La empresa constructora presentó una denuncia contra el exdiputado Orlando Arévalo, su esposa Carol González y la fiscal Sandra Ledesma, acusándolos de tráfico de influencias, extorsión, lavado de dinero y de asociación criminal.

El abogado de la empresa, Rodrigo Cuevas, detalló en AN primera edición que el conflicto surgió a raíz de la construcción de una mansión para la pareja, cuyo costo total ascendía a G. 2.400 millones. De esa suma, se abonaron G. 2.000 millones y quedó un saldo pendiente de G. 400 millones.

Según la acusación, en lugar de cumplir con el pago restante, Arévalo optó por presentar una denuncia en contra la constructora, estrategia que, de acuerdo a Cuevas, buscaba posicionarlo como víctima en el caso: “En vez de pagar, monta una denuncia colocándose él en carácter de víctima”, afirmó.

Así mismo, resaltó irregularidades en la forma de pago, ya que se entregó en efectivo y en maletines, sin ninguna trazabilidad bancaria. Esto generó sospechas sobre el origen de los fondos y los ingresos de Arévalo: “Esta gente realizó una construcción que no puede o no tiene forma de sostener con los papeles el sueldo de diputado”, sostuvo el profesional.

Finalmente, advirtió que la investigación podría revelar una estructura más amplia de presuntas irregularidades. “Se va a encontrar que todo tiene relación y este esquema estuvo y está operando desde hace un buen tiempo”, concluyó.

Mirá la entrevista completa: