Según la Organización Panamericana de la Salud (OPS), en lo que va del 2025 se confirmaron 350 casos y 150 muertes en toda América Latina, con focos fuera del área amazónica que afectan principalmente a Brasil, Colombia, Perú, Ecuador y Bolivia.
El director del Programa Ampliado de Inmunizaciones (PAI), Dr. Luis Cousirat, explicó que la situación más preocupante se da en países vecinos como Argentina. “Existen zonas consideradas de riesgo, como Formosa, Misiones y partes del Chaco argentino”, señaló.
Además, recordó que Paraguay también se cataloga como un país de alto riesgo, por antecedentes de brote y por la presencia del mosquito Aedes aegypti, transmisor de la enfermedad.
“El Aedes aegypti no solamente transmite dengue, también puede transmitir fiebre amarilla”, advirtió Cousirat.
El especialista subrayó además la alta letalidad del virus donde en algunos países los datos desglosados muestran tasas de mortalidad superiores al 50 %, lo que la convierte en una de las enfermedades más severas en circulación.
➡️ "Preocupa Argentina. Tiene unas zonas consideradas de riesgo como Formosa, Misiones, algunas zonas del Chaco argentino", Dr. Luis Cousirat.
— América Paraguay (@AmericaTVPy) October 16, 2025
En Paraguay, la vacuna contra la fiebre amarilla forma parte del esquema regular de inmunización desde 2006, y se aplica a los niños al cumplir un año. El doctor recordó que el país alcanzó una amplia cobertura durante la última gran campaña de vacunación, en 2008, cuando se inmunizó a más de dos millones de personas.
“Al año de edad el niño tiene que vacunarse y hoy en día es una dosis de por vida”, puntualizó.
Las autoridades sanitarias instan a mantener al día la vacunación y evitar la proliferación del mosquito, como medidas claves para reducir el riesgo de contagio en caso de que el virus reaparezca en el territorio nacional.