Verstappen volvió a ganar, aseguró el mundial de constructores para Red Bull y acaricia el tricampeonato en pilotos.
El piloto neerlandés coronó en Suzuka su victoria número trece en lo que va de la temporada y de esa forma, Red Bull se lleva el mundial de constructores por segundo año consecutivo y por sexta vez en su historia. Además, “Super Max” quedó al borde del tricampeonato en el mundial de constructores.
Un fin de semana redondo para Max Verstappen, que comenzó llevándose los Libes 1 el viernes, para luego llevarse la pole el sábado y finalmente el domingo el Gran Premio de Japón.
El podio de la carrera lo completaron dos pilotos de McLaren: Lando Norris (segundo) y Oscar Piastri (tercero).
De esta forma, la ventaja del hombre que desde hace un par de semanas ostenta el récord de mayor cantidad de carreras ganadas de forma consecutiva (diez) alargó a 177 la ventaja sobre su principal perseguidor y compañero de equipo Sergio “Checo” Pérez, y al quedar 180 puntos disponibles en lo que resta de la temproada; el tercer título del oriundo de los Países Bajos parece inminente.
El próximo 8 de octubre se corre el Gran Premio de Qatar, donde todo apunta a que Verstappen terminará consagrandose como campeón de la temporada, faltando aún 5 carreras posteriores.
Existen varias probables combinaciones que le den el título a Verstappen: en la sprint previa a la carrera; en caso de que Pérez salga triunfador, Max deberá salir al menos sexto para consagrarse. Si su compañero de equipo termina segundo, deberá Verstappen al menos en el séptimo lugar y si “Checo” finaliza tercero, a “Super Max” le alcanzará con quedar octavo. Si el mexicano culmina del cuarto lugar para abajo, simplemente el hasta ahora bicampeón del mundo deberá presentarse a la carrera en Lusail para ser el monarca una vez más.
De no darse ninguna de estas situaciones, Sergio Pérez deberá indefectiblemente triunfar en Qatar para poder alargar la definición.