El expresidente afronta en Nueva York un nuevo juicio en su contra, esta vez por defraudación. Pero fiel a su estilo, atacó al juez de la causa por entender que solo busca perjudicar su candidatura presidencial.
Donald Trump tomó la decisión de usar todas las acusaciones en su contra como ataques por su nuevo intento para ser presidente de los Estados Unidos. No importa la causa, todo para él obedece a la misma razón: las fuerzas que se mueven para tratar de impedir que derrote a Joe Biden en las elecciones presidenciales del año próximo.
“Están tratando de perjudicarme, para que no me vaya tan bien en la elección como me está yendo”, le dijo a los periodistas a las llegada al edificio en donde se realizará el juicio en su contra por defraudación.
Defraudación continua al fisco
Esa es la última causa que acumuló en su contra. En realidad, está acompañada por seis posibles causas conexas. Por eso, un tribunal de Nueva York decidió que debe enfrentar un juicio en su contra. Este lunes, fue el día marcado para cumplir con un requisito imprescindible.
El expresidente norteamericano tiene que comparecer en la sede del tribunal neoyorquino para que se le comuniquen oficialmente los cargos en su contra. Como siempre, Trump se declaró inocente y convirtió esta causa en un instrumento para su campaña.
La justicia lo acusa de haber ocultado, disimulado o eludido el pago de impuestos de manera reiterada con la colaboración de su hijo. El total suma unos 250 millones de dólares con el paso de los años.
Pero Donald Trump se presentó en el tribunal para dar otra muestra de su estilo y objetivo: todo sirve para fortalecer su campaña presidencial. Cada causa es una mentira levantada para perjudicar su regreso a Washington para un segundo mandato.
Pese a que el juez Arthur Engoron tiene pruebas de cargo sobre falsificación de registros contables, emisión de informes financieros falsos y fraude de seguros, nada parece incomodarlo.
Trump le dijo al magistrado: “Esto tiene que ver con interferencia electoral, simple y llanamente” y agregó: “La razón por la que fui procesado es porque me postulé nuevamente”
¿Puede perder la “Trump Tower”?
En este juicio, si la justicia lo encuentra culpable por engañar al fisco, cualquier bien puede utilizarse para recuperar los años de impuestos y cargas fiscales que no pagó. Entre ellas, la “Trump Tower”. La torre ubicada sobre la quinta avenida de Manhattan, con perfiles que se van agregando, toda espejada. En su interior tiene un hermoso patio de comidas y unos paseos de compras acotados. Pero lo más importante es que allí se encuentran sus oficinas, su “cuartel general”.
Inaugurada en 1983, tiene 202 metros de alto y 58 pisos. En el piso 26, está su búnker, o centro de poder. Desde allí dirigió todos sus movimientos, incluso cuando protagonizó el reality que lo hizo famoso por una frase: “You are fired” (Estás despedido).
Incluso durante sus cuatro años como presidente de los Estados Unidos, Trump solía usar su torre como sede paralela del poder de la nación más poderosa de la tierra.
Solo cuando abandonó de manera compleja el poder en Washington, decidió “mudarse” a la residencia en Mar-a-lago en Florida. Aunque preservó su torre. Cada vez que debió enfrentar un proceso judicial en Nueva York, partió desde ahí a los diferentes tribunales.
Una campaña para regresar a la Casa Blanca
Donald Trump no deja de acumular presencias ante juzgados para responder sobre las más variadas acusaciones. Por algunas, ya fue condenado, como por abuso sexual a una periodista, hace varios años en la tienda por departamentos “Bergdorf and Goodman”. Pero la pena que pudo ser más grave, por violación, prescribió. También tiene pendiente la iniciada por llevarse papeles reservados de la Casa Blanca, o su responsabilidad por el ataque al Capitolio el 6 de enero de 2021. Ahora tiene que enfrentar este por “fraude continuo” que llega hasta un total de 250 millones de dólares.
Sin embargo, nada parece afectar su imagen o al contrario, lo vuelve más poderoso. Lidera las encuestas por la nominación republicana con tanta diferencia que ni siquiera va a los debates de las primarias. Además, en su máxima aspiración, volver a la Casa Blanca derrotando a Joe Biden (una suerte de venganza) los últimos sondeos lo ubican 10 puntos por encima del presidente demócrata.