Las muestras analizadas registran moléculas de agua y un alto contenido de carbono que acercan a los científicos al inicio de la vida en la tierra.

En un asteroide de 4500 millones de años la NASA encontró moléculas de agua y un alto contenido de carbono en las muestras recogidas desde Bennu. Este descubrimiento es fundamental para que los científicos investiguen el origen de la vida en nuestro planeta.

Según lo informó el director de la NASA, Bill Nelson, se analizaron unos 250 gramos de material extraído de Bennu “es la muestra más grande de asteroide rico en carbono jamás traída a la Tierra y ayudará a los científicos en la investigación de los orígenes de la vida en nuestro planeta“.

La misión de la NASA, bautizada como Osiris-Rex, recogió los materiales de restos del asteroide Bennu, y el vehículo que los trajo a la Tierra descendió el 24 de septiembre en Utah.

Así vinieron las muestras del asteroide a la tierra. (Foto: Twitter)

El investigador principal de la misión Osiris-Rex en la Universidad de Arizona, Dante Lauretta, señaló que la presencia de material rico en carbono y de minerales arcillosos con contenido de agua “nos encamina a la comprensión no sólo de nuestro vecindario celestial sino también al potencial para el comienzo de la vida“.

“Casi todo lo que hacemos en la NASA busca respuestas a las preguntas acerca de quiénes somos y de dónde venimos”, añadió Nelson. “Misiones como Osiris-Rex mejorarán nuestro conocimiento de los asteroides que podrían amenazar a la Tierra al tiempo que nos dan un vistazo de lo que puede estar más allá”, agregó.

Misión de redirección de asteroides DART. (Foto: Telam)

Los estudios incluyeron rayos X, luz infrarroja y análisis químicos

Los expertos de la NASA en el Centro Espacial Johnson, de Texas, separaron cuidadosamente los fragmentos de material rocoso que encontraron no sólo dentro de la cápsula sino en el exterior, en torno a la tapa, y en el fondo.

En la labor, los científicos tomaron imágenes por escaneo con un microscopio de electrones, como también mediciones con luz infrarroja, difracción con rayos X, e hicieron análisis de los elementos químicos.

Los científicos eligieron Bennu porque es relativamente rico en moléculas orgánicas y, además, tiene una órbita conocida, lo que facilitó que la nave nodriza Osiris-Rex pudiera acercarse para tomar muestras.

Descubierto en 1999, se cree que Bennu se formó a partir de fragmentos de un asteroide mucho más grande tras una colisión. Mide medio kilómetro de ancho y su superficie negra y rugosa está llena de rocas grandes.

Texto extraído de A24.com