Espera de repatriar a 150 personas que fueron raptadas por el grupo terrorista Hamas el sábado pasado durante su inesperado ataque sobre territorio israelí.
Después de seis días desde el ataque de Hamás a Israel, continúa la tensión en la Franja de Gaza ya que la zona de conflicto atraviesa este viernes su segundo día en la oscuridad y completamente aislada, en tanto desde el Gobierno israelí se confirmó que no le darán ni agua ni luz hasta que liberen a los rehenes.
En medio de continuos bombardeos la región palestina vive desde la tarde del miércoles sin suministro de electricidad ni agua tras el asedio de Tel Aviv como respuesta a la ofensiva de Hamás.
Las autoridades de Israel ya habían advertido al principio de la guerra que “sólo habrá destrucción” en la zona, y este jueves reafirmaron que seguirán con los ataques hasta que los rehenes, unos 150, según el ejército, capturados por el grupo islamista sean liberados.
“¿Ayuda humanitaria a Gaza? No habrá electricidad, agua potable o combustible hasta que los secuestrados puedan volver a casa”, aseveró el ministro de Energía israelí, Yisrael Katz. “Humanitarismo es para el humanitarismo”, recalcó tras asegurar que “nadie puede enseñar moralidad” a Tel Aviv.
El apagón total, además de afectar a la población, también dificulta las labores en los hospitales y centros médicos, que “corren el riesgo de convertirse en morgues”, indicó este jueves el director regional para Oriente Próximo y Medio del Comité Internacional de la Cruz Roja, Fabrizio Carboni.
Gaza puede tener una catástrofe humanitaria
Los ataques aéreos no sólo impactan contra los frentes de la organización islamista, sino también contra los civiles, denunció Carboni. Al menos 1.400 palestinos, entre ellos más de 400 niños, han fallecido, según confirmaron las autoridades gazatíes, que cifran en más de 6.200 los heridos.
Gaza se encuentra ante una “inminente catástrofe humanitaria”. Bajo los estallidos de los misiles, la población hizo este jueves cola frente a panaderías y las pocas tiendas de alimentación en la zona que aún tienen provisiones.
Algunos ya superaron la primera noche sin agua ni luz y este viernes se preparan para la segunda, rodeados de decenas de edificios en ruinas.