La jueza Rosarito Montanía resolvió que el pastor José Insfrán permanezca con prisión preventiva en la base de la SENAD y así evitar que tenga acceso a otros lugares de reclusión, donde están sus hermanos, todos junto con él vinculados a la investigación “A Ultranza Py”.

Daniel Lobo, abogado del procesado, dijo: “Puedo afirmar con certeza que la jueza Rosarito Montanía es absolutamente parcialista, que sí hay una cuestión personal entre ella y yo. Voy a formular una recusación“.

Quien se presentó expresivo, en el Palacio de Justicia, fue el pastor José Insfrán, alegando ser inocente de todos los cargos que le sindican. “Si hay justicia, yo tengo que ir a mi casa. Dios me habló y me dijo vamos. Él me guardó y protegió todo este tiempo”.

De acuerdo a su interpretación, él fue sometido a esta investigación con una finalidad. “Acá no es droga. Es el templo de Curuguaty. Esa es la pelea. Hace 15 días, Dios me dijo: vamos a presentarnos. Acá está la mano oculta de la política. Este es un pedido de César Ramírez“.

El religioso insistió acusando al exfutbolista, exconcejal y actual ministro de Deportes. “César Ramírez es un depravado, es una perversa, hizo mucho daño a los curuguateños. ¿Cuándo ocurrió en Paraguay que una iglesia se convirtió en discoteca? Lastimosamente, se le involucró a Horacio Cartes. Yo soy el objetivo, no Miguel Insfrán o Sebastián Marset”.

También hizo referencia al relacionamiento que tuvo en su momento por motivos políticos con el exvicepresidente de la República. “Hugo Velázquez me invitó a que sea su candidato a gobernador por Canindeyú”.

Aclaró cuál es su relación con el actual vicepresidente de la República, Pedro Alliana. Señaló que se debe remontar a la época de cuando se desempeñaba como presidente de la Asociación Nacional Republicana. Entonces lo había visitado. “Dios me habló y me dijo que le invite para ser un hombre de Dios”, confesó.

Por otro lado, se disculpó con el exdiputado y expresidente de la Cooperativa San Cristóbal. “Nosotros somos familia. No somos clan. Esa gente que está presa, inocente. Quiero pedirle perdón a Juan Carlos Ozorio, Alberto Koube, a Erico Galeano, a todos. Por mi causa, ligaron toditos. El objetivo era yo. Todos son inocentes. La SENAD no tiene ninguna prueba. Esto es un montaje”.

En su defensa sobre la acusación de lavado de dinero argumentó lo siguiente: “Este es el mayor robo del siglo. Le digo a todos los pastores paraguayos: soy inocente. En la Iglesia nunca se puede lavar dinero. Nunca se puede lavar dinero en la iglesia. El dinero que entra en la iglesia, no sale más”.

De acuerdo a la Fiscalía, el religioso está procesado por lavado de dinero y asociación criminal. No se descarta que le agreguen una nueva causa, esta vez por narcotráfico. Se expone a una pena mínima de 10 años de cárcel.