Por: Daniel Fernando Mejía Lozano
Corresponsal A24 desde Francia | Canal América

La rabia en el corazón, fue un libro Best Seller en ventas en Francia de Ingrid Betancourt, en el hizo visible todo lo podrido que se encontraba el partido liberal en Colombia en el cual ella había militado durante algún tiempo, sus denuncias de corrupción la llevaron a salir del país varias veces y a radicar su familia en Francia para protegerla.

Albita Neira Directora de la Fundación Iberoamericana Mujer Mariposa, destaco en entrevista con el reconocido periodista español Jordi Batalle en Paris, que Ingrid Betancourt representa la resiliencia, “Ingrid muestra una mujer resiliente, no es fácil haber pasado tanto tiempo secuestrada, es una mujer que lleva una lucha, una causa en sus venas y nos demostró que por su lucha tuvo que pasar ese proceso, de una u otra manera se logró su liberación y la idea es que ella también logre sembrar esa semilla y seguir siendo ese testimonio en el país en las niñas y en las nuevas generaciones” agrego en los estudios de RFI en Paris la mujer mariposa.

Referente histórico
Las FARC consideraban que Ingrid era una moneda de oro para intercambiar con sus guerrilleros presos, las máximas cabecillas. Mientras su compañera de cautiverio sucumbió al síndrome de Estocolmo, Ingrid Betancourt intentó fugarse cinco veces. En 2010 reclamó a su país una indemnización de US$ 8,4 millones de euros. Néstor Kirchner y Hugo Chávez fueron piezas claves en la negociación con las FARC para liberarla.


Egresada del prestigioso Institut d’Études Politiques de Paris o Sciences Po, como se lo llama informalmente, Ingrid Betancourt se formó en política internacional y comercio exterior en la misma selecta casa de estudios de París por donde pasó la más compacta elite de diplomáticos franceses, varios presidentes (Georges Pompidou, François Mitterand, Jacques Chirac, François Hollande, Emmanuel Macron, etc), 18 primeros ministros, un premio Nobel de la Paz (Sir Austen Chamberlain), ceos, banqueros, 20 líderes internacionales, el escritor Marcel Proust y el diseñador Christian Dior, sólo por mencionar algunos líderes de Occidente.

Su madre, Yolanda Pulecio, había sido una Reina de Belleza, y su padre, Gabriel Betancourt, un político conservador que llegó al Ministerio de Educación con un presidente de facto, Gustavo Rojas Pinilla.

Los buenos contactos, sin embargo, lo llevaron a Francia y la familia se radicó en París, cuando Monsieur Betancourt fue nombrado embajador ante UNESCO. Sus campañas políticas fueron siempre estruendosas: hizo una huelga de hambre para que el narcotráfico cesara de sostener a los políticos; caminó por las calles de Bogotá repartiendo preservativos a los transeúntes mientras decía “la corrupción es el sida de la política en Colombia”; otra vez, en cambio, repartió Viagra para “parar a los corruptos”.

En 1996, comenzó a recibir amenazas de muerte. Resguardó a sus hijos enviándolos a Francia, para que vivieran con su padre y, un año más tarde, fue abucheada por sus colegas parlamentarios cuando gritó, dentro del recinto: “Desde hace muchos años el Partido Liberal viene teniendo unas relaciones vergonzosas con los delincuentes del país”. Y le pidieron retirarse.

Mientras tanto le quedó tiempo de conocer a su segundo marido, el publicista Juan Carlos Lecompte, quien la alentó a escribir en francés La Rage au cœur, (La rabia en el corazón), un texto que fue best seller en Francia y obviamente hiper-criticado por los liberales colombianos, ya que dedicó el volumen a sacar todos los trapitos al sol.