En el mes de enero de 2024, Paraguay enfrenta una triste realidad con el registro de 4 casos de feminicidio, según los datos proporcionados por el Programa de Datos Abiertos del Ministerio Público. Este oscuro panorama se ve agravado por la pérdida de 13 hijos que quedaron huérfanos a raíz de estos crímenes.
En dicho período, se registraron 4 víctimas en diferentes departamentos del país: Central, Amambay, Caaguazú y Guairá. La violencia, manifestada principalmente por parejas, demuestra una realidad alarmante que afecta a mujeres de edades entre los 12 y 75 años, enfrentando agresiones de agresores cuyas edades oscilan entre los 18 y 82 años.
La tristeza de esta situación se agrava al revelar que 4 de las víctimas eran madres, arrebatando no solo la vida de mujeres, sino también la estabilidad familiar de estos niños y niñas.
Los crímenes, en su mayoría perpetrados en viviendas, evidencian una dolorosa intimidad perturbada por la violencia. La utilización de armas de fuego en dos casos y traumatismos en otros dos resalta la diversidad de métodos mortales empleados.
Más allá de las cifras, esta ola de feminicidios destaca la urgencia de abordar la violencia contra las mujeres como una transgresión a los derechos humanos. Es imperativo reconocer y abordar los actos de violencia, ya sea psicológica, física o sexual, que persisten tanto en la vida pública como privada, con el objetivo de erradicar este flagelo que afecta a la sociedad paraguaya.