El gremio de transportistas nucleado en del Centro de Empresarios del Transporte del Área Metropolitana (Cetrapam) anunció un paro de buses a partir del próximo 21 de julio, una medida que amenaza con impactar directamente a miles de usuarios y ocasionar importantes pérdidas económicas diarias, especialmente en la capital y ciudades aledañas, de acuerdo a especialistas.

Según estimaciones del experto en empleos, Enrique López Arce, basadas en datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), unas 350.000 personas utilizan el servicio de transporte público diariamente en Asunción y el Gran Asunción. De concretarse la paralización, estas personas podrían ver seriamente dificultado su acceso a sus lugares de trabajo, estudio o atención médica.

“Estas personas si llegan tarde o directamente no pueden acudir a su lugar de trabajo entonces estamos hablando de un perjuicio superior a los G. 22.000 millones diarios. Ese es el perjuicio laboral”, explicó López Arce.

El viceministro de Transporte, Emiliano Fernández, calificó esta medida de “ilegal” porque “no existe motivo suficiente”. Desde el Gobierno no descartan tomar medidas para garantizar el servicio mínimo en caso de que se concrete la huelga. Mientras tanto, usuarios y empresas empiezan a buscar alternativas ante la posible paralización de uno de los sistemas de movilidad más utilizados del país.