Con el objetivo de garantizar un sistema más eficaz y humano en la atención oncológica, el Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social puso en marcha una intervención profunda en el Instituto Nacional del Cáncer (INCAN). Las obras, consideradas las más importantes en las últimas cuatro décadas, apuntan a modernizar tanto la infraestructura como el modelo de atención de este centro de referencia nacional.

La iniciativa incluye la remodelación total de 64 salas de internación distribuidas en ambos niveles del edificio, la incorporación de sistemas de climatización en todos los sectores, mantenimiento general de las instalaciones, renovación de pisos, pintura y mejoras tecnológicas con la instalación de sistema de señales débiles.

Uno de los pilares de esta transformación es la creación de un nuevo Centro de Diagnóstico Integral. Además, se habilitará un Hospital Día Oncológico con más de 50 camas para tratamientos ambulatorios.

Otra medida destacada es la instalación del primer Parque Sanitario de medicamentos oncológicos. Esta reserva estratégica busca garantizar la disponibilidad continua de fármacos esenciales para los tratamientos.

Las obras están diseñadas para llevarse a cabo sin interrumpir los servicios que actualmente presta el INCAN, y asegurar así la continuidad de la atención. Según la cartera sanitaria, este enfoque integral no solo apunta a una mejora física del edificio, sino también a una reforma del modelo de gestión y atención centrada en el paciente.