La histórica bajante del río Paraguay encendió las alarmas por la recolección de agua para Asunción y Central, obligando a Essap a usar bombas flotantes. La navegación también enfrenta dificultades por los bajos niveles del cauce.

La bajante del río Paraguay ha alcanzado niveles históricos, al punto de que en algunos sectores casi es posible cruzarlo a pie. Una de las principales preocupaciones es el impacto en el suministro de agua potable en Asunción y los distritos del Departamento Central, ya que la Empresa de Servicios Sanitarios del Paraguay (Essap) tuvó que recurrir a medidas extraordinarias.

Andrea Legal, Coordinadora de Operaciones de Essap, explicó que, debido a la bajante, ahora es necesario recolectar el agua directamente desde el centro del río mediante bombas arroceras flotantes, ya que el flujo natural por gravedad hacia los caños no es suficiente. A pesar de esta situación, Legal aseguró que el abastecimiento no está en peligro inmediato, ya que, además del río, se cuenta con pozos. Sin embargo, hizo un llamado a la ciudadanía para evitar el derroche de agua hasta que los niveles del río se normalicen.

En cuanto a la navegación, la situación es igualmente preocupante. En algunos tramos del río en Asunción, el nivel ha descendido a 0,99 metros, batiendo récords casi diariamente. Según Benjamín Martínez, jefe de Dragado de la Administración Nacional de Navegación y Puertos (ANNP), se han intensificado los trabajos de dragado, lo cual está permitiendo mantener la navegación en ciertos sectores, especialmente desde Pilar hacia el sur, donde aún se conservan los 10 pies de profundidad. Sin embargo, advirtió que están al límite y que se espera con urgencia la llegada de lluvias.