El nuevo presidente del Senado, Basilio Núñez, promete eliminar más de la mitad de las direcciones y establecer un control estricto sobre el trabajo de los funcionarios. Además, se mostró en contra de la prórroga de mandatos municipales.
En un breve acto esta mañana, Basilio Núñez asumió la presidencia de la Cámara Alta. Desde su nuevo cargo, anunció medidas firmes para mejorar la eficiencia y la responsabilidad en el Senado. Entre las primeras acciones previstas, Núñez solicitará asesoramiento a la Contraloría General de la República tras el corte administrativo programado para las 11:30 de este lunes.
Uno de los anuncios más destacados fue la drástica reducción de las 300 direcciones actualmente existentes en el Senado. “Antes de que termine el año, el Senado va a tener menos de la mitad de las direcciones que hoy tiene”, declaró Núñez, destacando la necesidad de una reestructuración administrativa.
Asimismo, el nuevo presidente indicó que, si es necesario, se establecerán horarios en doble turno y la posibilidad de trabajar los sábados para asegurar que todos los empleados justifiquen su salario con trabajo. “Todos tienen que justificar lo que están ganando”, afirmó Núñez, advirtiendo que se implementarán sanciones para quienes lleguen tarde o se ausenten sin justificación.
Durante su primer discurso, Núñez también reiteró la postura de Honor Colorado en contra de la prórroga de mandatos municipales y la unificación con las elecciones nacionales, marcando una clara línea de acción para su gestión en la presidencia del Congreso.