El doctor Carlos Morínigo, neumólogo del Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias y Ambientales (Ineram) comentó que una beba de 8 meses de nacida tuvo que ser derivada de Concepción hasta Asunción luego de presentar dificultades para respirar. Tras una serie de estudios realizados se dieron cuenta que la pequeña tenía algo raro atorado.
Los especialistas se llevaron una gran sorpresa al revisar que se trataba de una coronita que pertenecía a una de sus muñecas. Gracias a la rápida acción se logró evitar una desgracia.
“Los juguetes tienen pequeñas partes, al menos los que se desarman, debemos tener en cuenta los padres y no dar a las criaturas menores de 5 años porque introducen a la boca. En la desesperación, la madre metió el dedo en la boca de la menor y no lo logró. En urgencias le pusieron oxígeno y la mandaron a Asunción”, expresó en una entrevista.