En tremendo escándalo se había metido el artista español, Bertín Osborne, cuando se negaba rotundamente a reconocer que es el papá del pequeño que tiene con la modelo paraguaya, Gabriela Guillén. Este señor hasta recomendó a nuestra compatriota regresar al país para evitarle problemas.

Pero como sabemos que la raza guaraní es “vencer o morir”, ella no se quedó de brazos cruzados y logró que el cantante firmara los papeles diciendo que ese bebé es de él, pero con la condición de que no le va a dar el apellido. Esto le valió una serie de escraches Osborne en diferentes programas.

La campaña en su contra fue tan fuerte que muchas marcas importantes para las cuales trabajaba tuvieron que romper contrato porque su imagen estaba por el suelo. Sus conciertos quedaron suspendidos por falta de público y comenzó a vender entrevistas en programas de chismes para hacer un poco de dinero.

Ahora los medios españoles señalan que está en quiebra y que la única propiedad que tenía de valor tuvo que ser hipotecada para evitar demanda por incumplimiento. Se rumorea que no tendría más dinero en los bancos.