La Policía Nacional presentó avances en la investigación del asesinato del teniente coronel Guillermo Moral, ocurrido el pasado 2 de octubre en Asunción, y confirmó que se trató de un hecho de sicariato. Las pesquisas apuntan al crimen organizado, mientras los agentes trabajan para identificar a los mandantes del homicidio.
De acuerdo con los informes, desde Ciudad del Este se realizaron cuatro transferencias de dinero a los presuntos sicarios antes, durante y después del crimen por un total de G. 1.800.000. Los montos girados fueron de G. 800.000, G. 400.000 y dos de G. 300.000, y habrían sido utilizados para tareas de seguimiento y vigilancia de la víctima.
“No tenemos aún información sobre el motivo o el móvil del crimen, ni sobre quién habría sido el mandante”, indicó en conferencia de prensa el comisario Richard Vera, jefe del Departamento de Homicidios.
Las pericias llevaron a los investigadores nuevamente a Ciudad del Este, donde se realizaron allanamientos bajo supervisión del Ministerio Público. En el marco de estas diligencias fue identificado Carlos Antonio Báez Guillén, alias Lulú, quien se encuentra prófugo y cuenta con órdenes de captura por homicidio y robo agravado en Argentina. Se presume que podría ser quien contrató a los autores materiales del asesinato.
Hasta el momento, dos personas fueron detenidas durante los procedimientos: Ángel David Guillén y Jorge Guillén Bogado. En tanto, los presuntos sicarios Rogelio Lemuel Díaz Brítez, de 18 años, y un adolescente de 16 siguen prófugos y los investigadores no descartan que hayan sido silenciados para impedir que revelen detalles sobre el trasfondo del crimen.