La coalición de izquierdas Nuevo Frente Popular (NFP), triunfó en las elecciones legislativas en Francia sin mayoría absoluta, tras un ajustado balotaje con la alianza del presidente Emmanuel Macron y la extrema derecha, disputándose el segundo puesto.

El NFP obtendría entre 177 y 192 de los 577 escaños de la Asamblea Nacional (cámara baja), seguido de la alianza oficialista entre 150 y 180 y el partido ultraderechista Agrupación Nacional (RN) con sus aliados entre 115 y 155, esto a la espera de los resultados finales que se darán a conocer en las próximas horas.

Los resultados suponen un revés para la líder ultraderechista Marine Le Pen, que fracasa en su intento de lograr la mayoría absoluta, que las proyecciones consideraban posible hace una semana, e incluso de ganar, como parecía posible, hace dos días.

Nuestro pueblo ha rechazado claramente el peor escenario posible”, declaró el líder izquierda radical Jean-Luc Mélenchon, para quien el NFP, que carece de mayoría absoluta, debe “gobernar”, pero sin “entablar negociaciones” con la alianza de Macron. El presidente francés pidió “prudencia” tras conocerse las primeras proyecciones y aseguró que su alianza de centroderecha “sigue bien viva”.

La cuestión es quién gobernará a partir de ahora y logrará una mayoría”, agregó.

Los pactos implícitos entre el oficialismo y la coalición de izquierdas, consistentes en concentrar el voto en el candidato con más posibilidades de derrotar a RN en cada circunscripción, frustraron no obstante la victoria ultraderechista.

Un gobierno de RN, con el joven Jordan Bardella al frente, habría sido el primero ultraderechista en Francia desde la Liberación de la Alemania nazi durante la Segunda Guerra Mundial y uno nuevo en la Unión Europea, junto a Italia, entre otros. Artistas, deportistas, sindicatos y organizaciones se movilizaron para frenar la llegada al poder de la extrema derecha, como la estrella del fútbol Kylian Mbappé, que había llamado a votar “del lado bueno”, en estos tensos comicios.

Ante eventuales “desórdenes”, las autoridades anunciaron el despliegue el domingo por la noche de 30.000 policías y gendarmes, 5.000 en París. Pero los resultados suponen también un golpe para el presidente de 46 años, que pierde la mayoría simple que gozaba desde 2022 y deberá compartir el poder con un gobierno que no controlará; su segundo mandato termina en 2027.

El escenario muestra que los comicios eran cruciales, la cifra de participación (59,71 %) fue la más alta desde 1981, e incluso el expresidente socialista François Hollande volvió a la política y consiguió un escaño como diputado.

Macron había adelantado las legislativas previstas en 2027 para pedir una “aclaración” política a los franceses, a raíz de la victoria de RN en los comicios europeos del 9 de junio, en una decisión “arriesgada”, según los analistas. La respuesta de los electores fue reconducir los tres bloques surgidos de las elecciones de 2022 -izquierda, centroderecha y extrema derecha-, con una nueva relación de fuerzas y sin mayorías absolutas.

A menos de tres semanas del inicio de los Juegos Olímpicos de París, la incertidumbre planea sobre la composición del próximo gobierno. El primer ministro, Gabriel Attal, ya avanzó durante la campaña que seguirá el “tiempo que sea necesario”. Varias hipótesis emergen: una difícil coalición entre parte de la izquierda y el oficialismo, o incluso un gobierno tecnócrata con apoyo parlamentario en la segunda economía de la UE.

Sin embargo, una eventual coalición parece difícil por las críticas cruzadas entre La Francia Insumisa (LFI, izquierda radical) de Mélenchon, importante socio del NFP, y el oficialismo. Macron calificó durante la campaña a este partido de “antiparlamentario” y “antisemita”.

Una alternativa a LFI sería integrar en esta coalición a los diputados de derecha de Los Republicanos (LR), que no pactaron con RN. Sus eventuales escaños, entre 57 y 67, podrían ser cruciales para una alianza parlamentaria sin la izquierda radical.

El presidente francés se reunió con el primer ministro y con sus aliados en la tarde, antes de conocerse los primeros resultados, indicaron fuentes de su alianza. Los primeros pactos podrían llegar a partir del 18 de julio, cuando los nuevos diputados tengan que elegir la presidencia de la Asamblea Nacional y los principales cargos de la cámara baja.

Tanto aliados y rivales de Francia en la escena internacional siguieron de cerca estos comicios, máxime cuando París, potencia nuclear, es uno de los motores de la UE y uno de los principales apoyos de Ucrania contra Rusia. De visita en la ciudad italiana de Trieste, el papa Francisco advirtió el domingo contra las “tentaciones ideológicas y populistas”, sin mencionar a ningún país en particular.