La mujer fue sentenciada a seis años de cárcel en el Centro Penitenciario de Mujeres, Casa del Buen Pastor, por su participación en un esquema de trata de personas que llevó a mujeres a la explotación sexual en España.

Lilian Elisa Vera Caballero fue condenada a seis años de prisión por su implicación en un caso de trata de personas con fines de explotación sexual. La sentencia será cumplida en el Centro Penitenciario de Mujeres, conocido como Buen Pastor.

De acuerdo con la investigación del Ministerio Público, el incidente ocurrió en marzo de 2018, cuando Vera Caballero ofreció a una conocida un supuesto trabajo en un restaurante en España, con un salario de 1.100 euros al mes y un horario de trabajo hasta las 15 horas. La víctima, necesitada económicamente, aceptó la oferta.

A pesar de las dudas de la víctima sobre la legitimidad del trabajo, Felipa Caballero, colaboradora de Vera Caballero, le aseguró que la oferta era segura. En mayo, Vera Caballero, Felipa Caballero y la víctima, junto con otras mujeres, viajaron en autobús desde Foz de Iguazú hasta San Pablo, Brasil, y luego tomaron un vuelo a Portugal. En Lisboa, Felipa Caballero entregó 3.000 euros a las mujeres para pasar los controles de inmigración.

Una vez en Sevilla, España, las mujeres fueron recibidas por Mario Delgado, quien las transportó a su destino final. Allí, Delgado y Felipa Caballero revelaron con actitud intimidante que el verdadero trabajo era en una casa de masajes para hombres y que cada mujer tenía una deuda de 5.000 euros por el viaje. Se les advirtió que no podían retractarse y que serían denunciadas a la policía si intentaban escapar.

Bajo coacción, la víctima se vio obligada a aceptar el trabajo, que implicaba atender de 10 a 15 clientes por noche. Vera y Caballero cobraban 60 euros por cada 25 minutos de servicio, de los cuales la víctima solo recibía 25 euros. La mujer fue sometida a constantes amenazas para asegurar su cumplimiento con las demandas de sus explotadores.

Finalmente, la víctima logró escapar de la situación con la ayuda de una persona que conoció mientras estaba en Sevilla. Este desenlace permitió su rescate y el eventual enjuiciamiento de Vera Caballero.