Durante la mañana de este jueves, agentes de la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad), en conjunto con una comitiva del Ministerio Público, ejecutaron el Operativo Tridente en el barrio Anahí de San Lorenzo, logrando desbaratar una estructura dedicada al microtráfico de drogas.
La intervención simultánea se realizó en tres viviendas utilizadas como puntos de distribución de estupefacientes, principalmente destinados a menores de edad y jóvenes en situación vulnerable. La organización representaba una amenaza directa para la seguridad del vecindario, ya que los consumidores, según los informes, estaban vinculados a hechos delictivos como asaltos y robos domiciliarios, lo que mantenía en vilo a la comunidad.
Durante los allanamientos se logró la incautación de 36 gramos de crack, que equivalen a unas 250 dosis, y 135 gramos de cocaína, estimados en 300 dosis. También se confiscó un arma de fuego y una suma considerable de dinero en billetes de baja denominación, evidencia del flujo constante de ventas al menudeo.
Cuatro personas fueron detenidas como presuntas integrantes de esta red: Rocío Fretes (39), Carlos Santos Acuña (42), Ramona Dominga Rojas (61) y Pablo Sebastián Jara (20). Todos quedaron a disposición de la fiscalía para enfrentar cargos por tráfico de drogas y asociación criminal.
Un dato llamativo es que, pese a que las viviendas eran precarias, contaban con sistemas de videovigilancia para monitorear el entorno y evitar ser sorprendidos por las autoridades. Desde la Senad resaltaron este tipo de tecnologías como una modalidad cada vez más común entre bandas dedicadas al narcotráfico urbano.