Derrotó con claridad en la interna de New Hamshire a su única rival, Nikki Haley, en un distrito que parecía de los más favorables para ella.
“Venimos ratificando lo que marcan las encuestas desde hace meses. Ganamos en New Hampshire y seguiremos ganando”, dijo un más que confiado Donald Trump. El expresidente se anotó otro categórico triunfo en la interna republicana, que aunque acaba de comenzar, parece ser cuestión de tiempo para quedar como candidato para intentar volver a la Casa Blanca.
Nikki Haley, su única rival en la interna, apostó todo a ganar en este estado del este de los Estados Unidos, en donde la presencia de los votantes independientes es muy importante. Confió en que ese sector volcara la interna a su favor, pero no fue así. Trump le sacó 12 puntos de ventaja, tal vez menos de lo esperado, pero igualmente contundente.
Nikki Haley: “Esto está lejos de haber terminado”
La precandidata aceptó sin excusas el triunfo de Trump y lo felicitó desde el estrado, pero al mismo tiempo advirtió que la pelea interna “está lejos de haber terminado”.
Tal vez, el único recurso que le queda es haber achicado la diferencia en relación con la derrota en Iowa. Allí, Trump sacó casi el triple de votos que su exembajadora ante las Naciones Unidas. En New Hampshire, la derrota se redujo a 12 puntos. Pero no era lo que necesitaba para mostrarse como una candidata firme.
Los medios solo especulan sobre cuándo llegará el momento de dar el paso al costado. Haley dijo que New Hampshire es el inicio de la campaña, pero de ninguna manera el final (faltan 48 estados más todavía). Sin embargo, las especulaciones ya le pusieron una fecha tope a su campaña. Si no gana la próxima interna, estará todo dicho. Especialmente, porque se dará en el estado de Carolina del Sur, del que fue su gobernadora.
Ironías de Donald Trump sobre su derrotada
Si Trump se mostró en Iowa más moderado, de a poco va retomando el modo agresivo o hasta “sobrador” que lo caracteriza. Haley se presentó con un vestido por encima de la rodilla con lentejuelas y el ganador no dudó en ironizar sobre ella.
“Cuando la vi con ese vestido elegante, me pregunté: ¿qué está haciendo? Si ella es la perdedora de hoy”, les dijo de manera cómplice a sus seguidores. “Habló como si fuera ganadora, pero perdió, perdió, perdió“, marcó Trump.
Para el magnate, la interna es apenas un trámite que debe cumplirse. Nada parece poner en duda su nominación casi por aclamación del Partido Republicano. Es por eso que incluso en su discurso de New Hampshire volvió a atacar a Joe Biden. Ratificó su conocida definición como el “peor presidente de la historia” y que pone en peligro el futuro de los Estados Unidos.
Si Haley no logra un triunfo en su estado, Carolina del Sur, el camino de Trump estará allanado. Las elecciones presidenciales son el próximo 5 de noviembre. Así, Trump y Biden estarán disputando durante 7 meses una campaña que reeditará la lucha por el poder de hace 4 años.