A días de la Navidad, el Mercado 4 vuelve a convertirse en uno de los principales puntos de compras navideñas, especialmente para quienes buscan pesebres y adornos tradicionales. Javier Mendoza, artesano con más de 30 años en el lugar, explicó que la temporada “se movió más que otros años” y que la gente llega con mayor conciencia por mantener la tradición paraguaya.
En su puesto, ubicado sobre Pettirossi casi General Aquino, Mendoza muestra cómo pinta las piezas con base y dorado para “dar abundancia” al conjunto. Los precios arrancan desde G. 50.000 para los juegos más pequeños y pueden llegar hasta G. 4.000.000 en los pesebres grandes. También ofrece restauración y pintura para piezas antiguas, servicio que muchas familias solicitan cada diciembre.
El artesano señala que el público pide además complementos como ovejas, picaflores, capilí y flores de coco para enriquecer sus pesebres. Mendoza fabrica todo en Areguá y traslada al Mercado 4 para facilitar el acceso a los compradores. Atiende hasta el 23 y 24 al mediodía, cuando según cuenta “los paraguayos siempre vienen a última hora”.
El ambiente navideño se siente en cada pasillo del mercado: pesebres blancos, figuras pintorescas para niños y modelos clásicos para oficinas o departamentos, todos a la vista de quienes buscan completar sus preparativos de fin de año.

