El papa Francisco también reclamó por la llegada de bienes de primera necesidad a Gaza y la liberación de los rehenes israelíes que aún están en manos de Hamas.
El papa Francisco lamentó este domingo el fin de la tregua entre Israel y Hamas, y pidió un nuevo acuerdo “lo antes posible”. Asimismo, reclamó por la llegada de bienes de primera necesidad a Gaza y la liberación de los rehenes israelíes que aún quedan en manos de la organización islamista palestina.
En un mensaje leído por monseñor Paolo Braida, a causa de las dificultades respiratorias que arrastra Francisco por un cuadro pulmonar, el pontífice sostuvo: “En Israel y Palestina la situación es grave. Causa dolor que la tregua se haya roto, esto significa muerte destrucción y miseria“.
“Muchos rehenes fueron liberados, pero muchos otros quedan en Gaza. Pensemos en sus familias, que habían visto una luz de esperanza para abrazar a sus seres queridos”, añadió el mensaje pontificio.
En ese sentido, la reflexión leída tras el Ángelus de este domingo sostuvo que “en Gaza hay tanto sufrimiento, faltan los bienes de primera necesidad”. “Deseo que todos los involucrados alcancen lo antes posible un nuevo acuerdo para el cese del fuego y encontrar soluciones distintas a las armas, probando vías de paz con coraje”, pidió el Papa.
La reflexión de Francisco se da luego del regreso de los ataques del Ejército israelí en Gaza tras el fin del cese del fuego acordado con Hamas para el intercambio de prisioneros por parte de los rehenes capturados en el ataque del 7 de octubre.
¿Cómo se encuentra el Papa Francisco tras la bronquitis aguda?
El Papa había planteado al inicio de la tradicional oración dominical que si bien está “mejorando”, aún “no” le da la voz para la lectura, por lo que designó a Braida para la lectura de su mensaje.
El Papa, de 86 años, celebró el Ángelus desde su residencia en Casa Santa Marta, Ciudad del Vaticano, y no desde el Palacio Apostólico para evitar cambios de temperatura y continuar con la recuperación de la bronquitis aguda que padece hace más de una semana, había precisado el Vaticano.