El deporte en Paraguay está transitando por la ruta correcta, el crecimiento es importante, atletas de mucho talento, pero, es importante reconocer, que aún faltan kilómetros para lograr varios objetivos. Las Federaciones, Asociaciones y Confederaciones, están haciendo los esfuerzos, con ayuda de la Secretaría Nacional de Deportes (SND) y el Comité Olímpico Paraguayo (COP).
En medio de falencias y virtudes, los deportistas vienen demostrando total compromiso en materia competitiva y eso está demostrado con aquellos quienes lograron buenas marcas y ránking, en sus respectivas disciplinas. Este es el caso de la atleta de judo, Gabriela Narváez, nacida en Argentina, pero de familia paraguaya, quien abrazó con amor indecible la bandera tricolor, corriendo por sus venas, sin dudas, la garra guaraní con el rojo, blanco y azul.
Narváez, se prepara para representar al Paraguay en este deporte, cumpliendo su sueño de disputar los Juegos Olímpicos de París, afirmando su presencia por primera vez en su carrera. El Grupo América accedió a una entrevista exclusiva con la deportista, quien nos cuenta todo sobre su vida y el proceso que viene realizando, con miras a la gran competencia:
– ¿Cómo fue el proceso para llegar a los Juegos Olímpicos?
La verdad es que arranqué el proceso tarde porque estuve con una lesión muy importante que el año pasado me dejó fuera de los Juegos Panamericanos, todo el equipo multidisciplinario del Comité me ayudó muchísimo en la recuperación, ya que era una hernia cervical muy complicada, arranqué en noviembre pasado el ránking, prácticamente un año tarde, así es que estaba compitiendo con chicas que me sacaban básicamente un año de ventaja a la hora de ranquear. Nuestro deporte se maneja muy parecido al tenis, son diferentes torneos alrededor del mundo, desde América, África, Asia, Europa, en donde uno tiene que ir compitiendo e ir sumando puntos y escalando dentro del ránking mundial.
– ¿Desde cuándo venís empleando este deporte?
Y es medio de familia viste, porque bueno, mi papá lo hacía, mi mamá hizo un tiempo, mi tío, mis hermanas, yo practico desde que tengo 4 años, hoy tengo 29, así es que ya 25 años de experiencia, conocí el deporte, me enamoré y nunca más pude dejarlo.
– Prácticamente toda la familia, increíble ¿Es como un linaje?
La verdad es que los Narváez somos multitud dentro de este deporte, mi papá nunca estuvo muy a favor de que lo practique, hacia 20 años atrás obviamente que mi deporte era poco conocido, yo me crie en Argentina, hice prácticamente toda mi vida mi colegio en Argentina, después me vine a vivir acá en Paraguay, por eso obviamente mi acento, mi tonada es distinta, yo nací en Argentina, pero mi mamá es paraguaya.
– ¿Qué parte de Argentina?
Buenos Aires.
– ¿Pero agarraste con mucho amor la bandera paraguaya?
Sí, estoy muy ligada a eso, toda mi familia materna ama a su país, quienes me conocen saben la relación tan cercana que tenía con mi abuela, el poder hoy representar a Paraguay fue más una promesa personal que tenía con mi abuela que otra cosa, yo le prometí que me iba a terminar viendo con la bandera de Paraguay, gracias a Dios hoy en día lo pude cumplir, infelizmente mi abuela falleció hace unos años y no llegó a ver ese sueño cumplido, pero sé que desde arriba me está viendo.
– Cuando se da la noticia de tu clasificación ¿Cuál fue la reacción de tu familia?
Nosotros ya más o menos sabíamos, tenemos dos formas de clasificar dentro del top 20 mundial y obteniendo la cuota continental que son las 11 mejores del ránking de todas las categorías, en total son 7 categorías, las mejores ranqueadas, las que tienen mejor puntuación, entonces, como yo había arrancado un año tarde la clasificación, debido a mi lesión, apuntamos directamente a acumular puntos para atrapar la cuota continental y estar dentro de las 11 mejores de América. Desde principio de año tenía la cuota y teníamos que mantener, competir, había que ir a torneos diferentes a lo largo del mundo , torneos caros que obviamente sin el apoyo del Comité y la Secretaría Nacional de Deportes hubiera sido imposible solventar, porque eran torneos en Angola, Senegal, Turquía, hacer base en Europa, era muy difícil, recién en Costa de Marfil, que se realizó la primera semana de Junio, obtuve la medalla de plata, necesitaba solamente llegar a una final, aseguré mi clasificación y una alegría inmensa, una emoción increíble, mi familia desde casa muy contenta, Rocío, Pedro que es mi metodólogo, el presidente de mi Federación, todos sabíamos que era lo que faltaba , estábamos ahí todos rezando, apoyando y tirando toda la buena energía.
– A parte de este deporte ¿Te dedicas a algo?
Soy estudiante de arquitectura, ahora está un poco en “stand by” por los viajes que estuve teniendo, me gusta mucho la arquitectura, tengo dos hermanas más pequeñas, soy medio hermana, mamá, deportista, estudiante, trato de repartirme un poco, básicamente esas son mis ocupaciones principales.
– ¿A quién admiras en este deporte o de alguna otra disciplina?
Admiro a mucha gente, nuestro deporte es duro, bastante resiliente, demuestra constantemente a cómo sobrellevar las caídas, mi principal ejemplo a seguir es obviamente mi papá, yo arranqué esta disciplina porque admiraba profundamente a mi papá, siempre tuve el deseo de ser como él, es la principal persona que sería como mi ejemplo, mi héroe dentro de este deporte. Después, obviamente sigue Rafaela Silva, campeona olímpica, campeona del mundo en judo, es brasilera, viene de la favela, un sector de la rocinha, de Río de Janeiro y es una clara demostración de que no hace falta nacer en “cuna de oro” para poder tener resultados, el sacrificio y la constancia son ejemplos y herramientas que el día de mañana nos sirven.
– Los deportistas pasan por dificultades para llegar a logros ¿Ese es tu caso Gabriela?
Yo me crié en Argentina con muy poquito apoyo económico, mi familia siempre fue muy humilde, mis padres muy trabajadores, con mucho sacrificio, me acuerdo como ellos juntaban dinero para llevarme a entrenar, para poder pagarme viajes o comprarme equipos deportivos. Las vecinas me regalaban ropas, a veces no alcanzaba la comida y mis padres vivían a mates o quizás muchas veces no cenaban y el ver este tipo de atletas como Rafaela, te demuestran, te dan fe, te dan esperanza de saber que podés llegar a algo, eso fue unas de mis motivaciones de continuar con este deporte en los momentos más difíciles, gracias a Dios, hoy tengo apoyo, con mi beca puedo ayudar a mis hermanas, nunca uno debe olvidarse de las raíces, de donde uno viene.
– ¿Qué busca Gabriela Narváez de manera a llegar en óptimas condiciones para la competencia?
Estar un poco más serena, mi deporte es de combate, requiere mucha agresividad a la hora de luchar, pero soy un poco loca viste (risas), me cuesta por momentos bajar, decir bueno listo, tranquila, resolvé, es como que quiero ganar y ganar y no me importa otra cosa, mi entrenador es japonés, ellos toman de otra forma, tratan de hacerme bajar, de ser más pensante, de ser un poco más analítica y eso es lo que estoy buscando.
– ¿Estudiaste a tus rivales para competencia?
Sí, analicé a todas, los pro y contra, cómo resolvería, qué cosas me complican de cada una, uno debe hacer análisis general e implementarlo en el entrenamiento.
– ¿Quién es potencia en este deporte?
Japón.
– Gabriela Narváez ¿Va por las medallas?
Obviamente, mi deseo más grande es una medalla olímpica y voy a pelear hasta lo último para poder tenerla, representar a Paraguay es un orgullo, una responsabilidad muy grande, quiero dejar a Paraguay en lo más alto, en algunas competencias tengo la suerte de ganar, escuchar el himno me genera una emoción tremenda, me eriza la piel cuando lo escucho.
– Ya que mencionaste al himno paraguayo, me abrís puerta a preguntarte ¿Te sabes todas las letras?
Si… yo tuve que rendir historia, geografía, todo de Paraguay para poder tener la nacionalidad, obviamente, mis abuelos son paraguayos, ahora si me decís, Gabriela, sabés el guaraní fluido, ahí está un poco complicado (risas).
– ¿Paraguay es tu lugar en el mundo?
Así es.
– ¿Qué mensaje le dejas a los deportistas que vienen remando desde atrás?
Que se puede, que no es imposible, que estamos capacitados para grandes cosas, solamente hay que soñar, capaz nuestro deporte no es tan masivo, eso no importa, arriba somos todos iguales, todos tenemos los mismos sueños, las mismas dificultades, pero en definitiva termina ganando el que lucha hasta el final.