A un año de su implementación, el programa Hambre Cero cubre la totalidad de instituciones educativas del país, beneficiando a más de un millón de estudiantes y generando miles de empleos.

El programa Hambre Cero en las Escuelas, impulsado por el gobierno de Santiago Peña, cumple su primer año de ejecución y ya es considerado como la política social de mayor alcance en la historia del país. Actualmente, llega al 100% de las instituciones educativas públicas, con cobertura alimentaria para más de 1.050.000 estudiantes.

Durante la reunión del Consejo Nacional de Alimentación Escolar (CONAE), realizada este lunes en Mburuvicha Róga, el presidente Peña celebró los avances del plan y aseguró que su impacto es transformador.

Hambre Cero fue lanzado oficialmente el 5 de agosto de 2024. Desde entonces, garantizó el acceso diario a desayuno, almuerzo, merienda o colación a alumnos de 7.050 instituciones distribuidas en 263 distritos del país. Antes del programa, apenas el 5% de los estudiantes recibía alimentación escolar.

La cobertura actual alcanza al 96% de los alumnos del sistema público hasta el 9° Grado y se extiende hasta el 3° curso de la media en 22 distritos. Además del acceso a alimentos, el programa mostró efectos positivos en la permanencia escolar. En niños de 6 años, la tasa de retención pasó de 77% a 94%; en los de 9 años, la asistencia aumentó de 59% a 78%; y en los de 12 años, subió de 40% a 57%.

En su primer año, el Estado entregó 254 millones de raciones de comida. Esto representó un ahorro mensual de G. 350.000 por estudiante para las familias, o G. 6.300.000 anuales en hogares con dos hijos.

Además, Hambre Cero generó 60.000 empleos directos, incluyendo cocineras, choferes, auxiliares y personal logístico. La inversión anual es de USD 375 millones. En su componente productivo, el programa destinó USD 30 millones a compras a la agricultura familiar campesina y otros USD 15 millones a micro, pequeñas y medianas empresas.