Por: Daniel Fernando Mejía Lozano

Corpoboyaca es sin duda el primer responsable del acto criminal que ha cobrado la vida de miles de personas ante el silencio de la justicia que para el caso de Boyacá es de papel y las autoridades locales que hacen pleitesía a las multinacionales. El Grupo Argos recordado por sus vínculos paramilitares en los montes de María y Lafarge Holcim famosa acá en Francia por haber financiado al grupo terrorista Estado Islámico están acabando con la vida de los pobladores de una región minera en Boyacá mientras reciben jugosas ganancias millonarias por la explotación de la minería las cuales le dejan la posibilidad de tener arrodillado al gobierno local con simbólicos incentivos económicos. Bohórquez y Barón alcaldes de Duitama y Sogamoso respectivamente desconocen completamente esta realidad.

El valle de Sogamoso es una región ubicada en el departamento de Boyacá el cual ha sido gobernado por el régimen de Carlos Amaya durante los últimos diez años. Antes de Amaya el “generoso” gobierno de Corea del Sur anuncio implementar soluciones para la calidad del aire en Sugamuxi, esa provincia donde cada día crecen los miles de enfermos de cáncer y se queman residuos tóxicos sin control o bueno para decirlo abiertamente, bajo la autorización de Corpoboyaca, desde tiempos donde gobernaba el cuestionado beneficiario de Odebrecht, hoy juez de jueces, Juan Carlos Granados.

Aunque durante una década han existido manifestaciones pacíficas, protestas sociales e inversiones multimillonarias por el problema de contaminación en Sugamuxi, la realidad del cáncer crece sin control ante unas autoridades impotentes por el poder económico y político de las multinacionales que presuntamente tienen vínculos criminales, Lafarge Holcim y Grupo Argos. Duitama y Sogamoso son territorios de nadie, sumidos en la pobreza y corrupción, con décadas de abandono, donde existen crecientes problemas sociales y la pobreza abunda mientras las empresas mineras se enriquecen.

Ambientalistas exigen soluciones urgentes y la restricción inmediata de quemas indebidas de residuos tóxicos cancerígenos, de todas las porquerías del mundo que no se pueden quemar en ninguna parte, muchos de ellos importados por el puerto de Buenaventura y de Barranquilla con residuos químicos y hospitalarios.

Según estudios científicos realizados por la Universidad Exeter del Reino Unido la quema de residuos tóxicos o el coprocesamiento como se le denomina a este proceso genera cáncer 40 kilometros a la redonda de las empresas cementeras. Sin embargo, lo que es prohibido aca en Europa es tan buen negocio en la tierra de nadie que hasta el propio ex presidente Santos condecoro a Holcim por el acto criminal. Mientras el alcalde José Luis Bohórquez se dedica a derrumbar estatuas, el cáncer crece imparablemente mientras su gobierno esta arrodillado a las multinacionales y ahora al régimen de Amaya.

El ganador del premio Nobel Alternativo, Doctor Raúl Montenegro, investigador y científico argentino, fue contactado por el régimen de Amaya para ir a hacer una investigación a Sogamoso y Duitama para ver si la quema de residuos generaba cáncer.

Recientemente el alcalde de Sogamoso Mauricio Barón en Londres anuncio su interés por sumarse a las energías renovables. Solo le falto al mandatario ir al la Universidad Exeter del Reino Unido para comprender de que manera están matando a los ciudadanos de su ciudad en silencio ante la complicidad de la empresa política verde denominada Corpoboyacá.

Como el científico no daría una versión que favoreciera las cementeras, Amaya embolato las comunidades y archivo los compromisos adquiridos en el año 2016 de realizar los estudios y frenar la quema de residuos tóxicos.

La riqueza que logra Grupo Argos y Lafarge Holcim por explotar la minería del valle de Sogamoso es impresionante sin embargo su responsabilidad social no da ni para levantar la basura que ellos mismos generan. Se desconoce cuanto pagan en impuestos y la DIAN les guarda la espalda, pero se sabe que es muy poco con relación al daño que hacen y lo peor a las vidas que se están llevando por delante.

En Nobsa, incluso han aparecido enfermedades huérfanas. Campesinos, habitantes y vecinos de este municipio a gritos piden justicia, denuncian que los olores tóxicos son a la madrugada, es a esta hora cuando se queman las sustancias criminales.

Por otra parte, Juan Carlos Granados hizo un jugoso negocio en su gobierno con la mal llamada compra de contaminación. Con bombos y platillos anuncio el 6 de agosto del 2015 que gracias al Sistema General de Regalías fue posible financiar el proyecto de erradicación de las fuentes contaminantes en el Valle de Sogamoso para el cual se destinaron recursos por el orden de los $ 4.800 millones de pesos, esa platica se perdió.

Raúl Montenegro demostró científicamente que existían cementeras multinacionales en la provincia de Córdoba, Argentina, que habían generado epidemia de cáncer en su población, eran de Lafarge Holcim y fueron clausuradas.

Andrea López Arias, quien era coordinadora del grupo de Sustancias Químicas y Residuos Peligrosos del Ministerio de Medio Ambiente de Colombia indico en un documento con copia Rino Acero, de la Consejería de Derechos Humanos de la Presidencia de la República, dando respuesta al derecho de petición con radicado MADS 017671 de el 1 de julio de 2016, que el ministerio tiene conocimiento de que Corpoboyaca y la ANLA, no habían otorgado autorización o licencia alguna para la quema de residuos peligrosos de todo el país en el valle de Sogamoso, pero claro los criminales ya los quemaban en silencio. Antes de que terminara el nefasto Gobierno de Juan Manuel Santos se legalizo el genocidio de Sugamuxi y el nobel de la falsa “Paz” condecoro a los financiadores del Estado Islámico, Lafarge Holcim.