El Poder Ejecutivo remitió al Congreso un proyecto de ley que propone limitar fuertemente el uso de celulares y dispositivos electrónicos en instituciones educativas públicas, privadas y subvencionadas, con el objetivo de proteger la salud mental y mejorar el rendimiento académico de niños y adolescentes.
La propuesta se sustenta en estudios internacionales que vinculan el uso excesivo de pantallas con alteraciones emocionales y dificultades para mantener la concentración. Por ello, el documento remarca que los teléfonos deberán permanecer fuera del alcance de los estudiantes tanto en el aula como en los recreos, salvo en actividades pedagógicas, situaciones de inclusión o por motivos de salud.
Tras darse a conocer el proyecto, el diputado José Rodríguez valoró el enfoque en comparación con su propia propuesta anterior, que planteaba una prohibición absoluta. Señaló que, tras escuchar a estudiantes y docentes, considera más adecuada una regulación que permita excepciones y que pueda ajustarse mediante consenso.
“Estoy de acuerdo con la regulación porque he conversado también con muchos estudiantes y no estaban de acuerdo con la palabra ‘prohibición’, pero todo se dialoga y todo se puede modificar”, expresó.
El legislador también sostuvo que el Parlamento podría tratar y aprobar la normativa entre marzo y abril del próximo año. Agregó que el país se alinea a modelos exitosos de otras naciones que ya restringen el uso de celulares en escuelas de todos los sectores.
Rodríguez explicó que la intención es ordenar el uso de los dispositivos, ya que la legislación vigente no contempla sanciones y deja a criterio de cada institución su aplicación. Comentó que existen reportes que muestran un uso inadecuado de celulares durante las clases, desde grabaciones hasta navegación en redes sociales, lo que afecta el ambiente educativo.
Finalmente, el diputado adelantó que las instituciones deberán implementar mecanismos para garantizar el cumplimiento, como disponer de casilleros o espacios seguros en los que los estudiantes puedan guardar sus teléfonos al ingresar al aula, de modo a asegurar que la atención se concentre plenamente en las actividades escolares.

