El Hospital Pediátrico “Niños de Acosta Ñu” inauguró un pabellón oncológico que beneficiará a 6.000 pacientes que han completado sus tratamientos contra el cáncer. La obra, realizada con el apoyo del gobierno de Japón y la Fundación Mitã’í, mejorará la atención integral y seguimiento de los niños.

El Hospital Pediátrico “Niños de Acosta Ñu” inauguró un nuevo pabellón oncológico, diseñado para beneficiar a aproximadamente 6.000 pacientes que han completado sus tratamientos contra el cáncer. Este proyecto fue posible gracias a la cooperación del gobierno de Japón, canalizada a través de la Fundación Mitã’í.

El nuevo pabellón está equipado con cinco consultorios, una recepción, una estación de enfermería con vestidor, una sala de guardado de materiales y baños, además del mobiliario básico necesario. Este espacio permitirá ofrecer mayor confort durante los controles de seguimiento, donde los pacientes podrán recibir atención integral de su pediatra, oncohematólogo, traumatólogo o neurocirujano en una sola visita, según el tipo de cáncer y tratamiento recibido.

Durante la ceremonia de inauguración, el viceministro de Atención Integral a la Salud y Bienestar Social, Dr. Santiago García, destacó que esta infraestructura permitirá brindar una atención de alta calidad a los niños que siguen luchando contra el cáncer, con tratamientos avanzados y cuidados especializados. Subrayó la importancia de la cooperación internacional y afirmó que el trabajo conjunto ha hecho posible este logro, demostrando el impacto positivo de unir esfuerzos por un objetivo común.

“Agradecemos profundamente al gobierno de Japón por su contribución y reafirmamos nuestro compromiso de seguir trabajando juntos para mejorar la salud de nuestra población”, expresó al dirigirse a la embajadora de Japón, Nakatani Yoshie, quien también asistió al evento.

El Dr. García, acompañado del viceministro de Rectoría y Vigilancia de la Salud, Dr. José Ortellado, enfatizó que la meta es ofrecer un servicio integral y humano que acompañe a los niños y sus familias en cada etapa del proceso de recuperación. La colaboración entre el gobierno de Japón y la Fundación Mitã’í ha sido fundamental para alcanzar este objetivo, demostrando que la unión de esfuerzos puede transformar vidas y brindar esperanza a quienes más lo necesitan.