Jude Bellingham y Harry Kane salvaron el desastre de Inglaterra, con una remontada “express” ante Eslovaquia, para regalar a los “Three Lions” el pase a cuartos de final, victoria 2 a 1. Los hombres de Gareth Southgate estuvieron a un minuto de la eliminación, pero una chilena espectacular del madridista en el descuento y un cabezazo del delantero del Bayern en el arranque de la prórroga, salvaron a su selección de un batacazo histórico.
El arranque del duelo quedó marcado por dos planes de juego totalmente opuestos y trabajados a conciencia. Inglaterra no defraudó y cumplió con su papel de favorito, al salir con la idea de progresar en posesión de balón, también cumplió las expectativas Eslovaquia, quien estuvo bien plantada en defensa y activada para lanzar contragolpes.
Tres opciones claras de gol tuvieron los eslovacos en los primeros 12 minutos, tiempo en el que Inglaterra buscó entrar en el partido sin demasiado éxito. Las más claras fueron para Hancko, en un mano a mano finalizado sin puntería con un tiro raso al palo, para Haraslin, que se metió hasta la cocina, buscó un tiro que no atrapó Pickford y fue despejado por Trippier.
Los “Three Lions” se vieron condicionados por las rápidas amarillas a Guéhi, Mainoo y Bellingham, amonestaciones comprometedoras, quizás algo rigurosas, como las de Kucka y Skriniar en una primera mitad finalizada con 5 tarjetas. El partido entró en una fase compleja, de batalla en el centro del campo y sin sustos en las áreas. Fue en una rápida contra, en una maniobra similar con las que ya habían avisado a los ingleses, pero culminada con acierto ahora por Schranz.
Inglaterra se veía obligada a remontar por primera vez en el torneo, pero no sería en una primera parte solventada por Eslovaquia con su bien memorizado guion de partido, a pesar del tímido paso adelante en ocasiones de los británicos. Lo buscaría con ahínco Inglaterra en la segunda mitad, en cuyo arranque llegó el gol de Foden, anulado por fuera de juego. Eslovaquia llegaba fundida y se preveía una segunda mitad muy complicada de cara a defender el resultado.
Muy diferente hubiera sido la historia, porsupuiesto, si Lobotka hubiera aprovechado un error garrafal de los centrales para hacer el segundo. Tras un fallo en pase, el destacado jugador eslovaco vio su opción desde el centro del campo con un Pickford completamente confiado-
Tras esa opción, Eslovaquia no volvió a encontrar opción alguna de amenaza, no podía y tampoco le urgía. Diferente era el caso de Inglaterra, cada vez más necesitada de un gol que no llegaba y también incapaz de conectar ocasiones claras durante una larga fase de la segunda mitad.
Solo la fe de Jude Bellingham cambiaría entonces el rumbo del partido. Fue en la última jugada del choque, en un saque de banda lateral ejecutado por Walker y culminado con una chilena perfecta del centrocampista merengue, brazos en cruz, celebración de época para un momento histórico.
La chilena, el único momento de lucidez de Jude en otro partido gris, dio paso a la prórroga, un tiempo añadido bien aprovechado por Kane. Tras 90 minutos marcados por varios fallos groseros, el “9” tardó solo un minuto en rematar de cabeza, una jugada embarullada en el área de Eslovaquia, se le veían todas las costuras que había disimulado hasta entonces el equipo de Calzona tras el mazazo del gol de Bellingham.
El ritmo de juego de ambos equipos daba muestra del estado de ambos colectivos, pero Eslovaquia todavía soñaba y no dudó en crecer poco a poco desde la calma para volver a meterse en la batalla en la segunda parte de la prórroga. En ella se presenció toda una lluvia de centros sobre el área defendida por Jordan Pickford, ninguno culminado con acierto por los rematadores eslovacos.
Nada se puede reprochar a un equipo muy inferior sobre el papel que logró llevar a la vigente subcampeona y gran candidata al título al límite de la eliminación. Inglaterra, por su parte, volvió a sacar un mucho premio de otro partido gris.
Veremos si los de Southgate pueden con Suiza en cuartos, un rival que viene con la moral muy alta tras destrozar a Italia.