Aunque sigue el mal tiempo, las lluvias dan un respiro y no son tan intensas ni permanentes. Sin embargo, la mejora del clima tuvo un efecto inesperado.

Los habitantes de Porto Alegre tienen un respiro que les concede la meteorología. Las lluvias no son tan intensas ni permanentes, por lo que el nivel del agua comienza a bajar, luego de las históricas y trágicas inundaciones que azotaron la región. Se calcula que el fenómeno afectó al 90% de las ciudades de Río Grande do Sul.

Pero ahora que el agua comienza a retirarse de las plazas, caminos y avenidas, queda la dura tarea de luchar contra lo que dejó la furia de la naturaleza. En ese sentido, mientras se intenta quitar el barro que cubre lo que antes eran vías de circulación, apareció un problema inesperado. Los ríos que desbordaron dejaron en la ciudad visitantes tan extraños como indeseables y peligrosos: pirañas y caimanes.

Uno de los problemas para los moradores que intentar regresar a sus casas es tener que caminar por calles totalmente anegadas, con más de un metro de agua.

Pirañas, los peces carnívoros que aparecieron nadando en las calles anegadas de Porto Alegre (Foto: gentileza Correio Brasiliense).

No solo es peligroso porque no se ve por dónde se pisa -pueden faltar tapas de desagüe o alcantarillas – y eso pone en riesgo la vida. Ya son muchos los videos que se viralizaron de la gente que encontró pirañas muertas o nadando por las calles cubiertas por el agua.

Esos animales carnívoros llegaron desde la extraña conexión que permitió la inundación histórica para esa zona de Brasil. Como las lluvias hicieron desbordar ríos como el Uruguay, su excedente avanzó hacia el litoral atlántico y provocó el desastre en zonas como Porto Alegre. El río Guaíba, que desagua en la laguna de los Patos, se desbordó e hizo colapsar tanto a la capital gaúcha como las ciudades que se encuentran al sur, hacia Uruguay.

El desborde ríos como el Uruguay hizo que las pirañas aparecieran por las calles tapadas de agua en Porto Alegre (Foto: A24).

Hasta allí llegaron animales exóticos como las pirañas, que se “instalaron” para nadar y desplazarse por lo que antes eran calles y avenidas de la capital de Río Grande do Sul.

En zonas más rurales o menos urbanizadas también se reportaron a las autoridades haber avistado caimanes o yacarés, el mayor ejemplar de la clase de los cocodrilos o de la familia de los aligatóridos que habitan en América del Sur.

Un yacaré apareció en la zona náutica de Porto Alegre (Foto: gentileza Bandab).

Texto extraído de A24.COM