En los comentarios de jóvenes sobre el voto en las elecciones presidenciales, hay dos palabras que se repiten: cambio y futuro. Este sector de la población ve el 28 de julio como un hito para lograr mejoras sustanciales en su calidad de vida, aunque algunos procuran apartarse de la política y se concentran en generar ingresos diarios. 

Se realizaron consultas a personas entre los 18 y 30 años, el sector más desmovilizado políticamente según las encuestadoras, para conocer si participarán en los comicios donde compiten 10 candidatos, entre ellos el gobernante Nicolás Maduro, quien aspira a una segunda reelección, y el diplomático Edmundo González, sustituto de la líder opositora María Corina Machado, luego de su inhabilitación por 15 años.  

Algunos ciudadanos dijeron que no piensan ir a votar, una de ellas por la lejanía de su centro (vive en Caracas y vota en Santa Teresa del Tuy). Una joven de 19 años, que prefirió no ser identificada, comentó que no sabe si en su trabajo le darán el permiso y tampoco le emociona la política. 

“¿Para qué? Es que si no trabajo, no como”, alegó una de sus compañeras sobre su negativa a no participar en las elecciones. Otro joven, que se dedica a la venta de helados en el boulevard de Sabana Grande, tampoco piensa asistir. “¿Las elecciones caen en domingo? Menos, ese es el día de mayor venta para mí”. 

Dos de los jóvenes consultados indicaron que no están inscritos porque no se enteraron ni sabían dónde podían inscribirse en el Registro Electoral: “De verdad sí quisiera votar pero nunca me enteré, no sé dónde es que hay que inscribirse”, señala Liliana, una madre de 24 años que estaba de diligencias. 

Gabriel Pérez sí forma parte de los que efectivamente participarán el 28 de julio, tiene 27 años, es TSU en administración y trabaja en una joyería: “Voy a votar por un cambio, la situación en la que estamos no nos alcanza el dinero, no tengo para cubrir más allá y el cambio sé que se va a lograr, pero tampoco va a ser inmediato sino al pasar los años”. 

Judith Marteran, de 20 años, asegura que: “Realmente todos queremos un cambio, como estudiante de la Universidad Central de Venezuela realmente ya estoy un poco cansada, soy de La Guaira, entonces el tema del transporte, la economía, el tema de la alimentación, soy nutricionista y eso afecta muchísimo mi carrera y también mi futuro”

El voto de Marteran no solo contempla una visión de cambio inmediato:  “Yo no digo esto solo por el hoy, sino por el mañana, he visto como mi generación ha sido afectada por entes políticos y la economía, entonces eso mismo puede afectar a mis hijos el día de mañana, por eso necesitamos un cambio, creyendo en el nombre de Jesús que así va a ser”. 

Naomi Guerrero, de 23 años, vive en Ciudad Tiuna y es de las que espera votar “por un futuro mejor”. Otra de las razones por las que votará es: “porque quiero que nos quedáramos con el gobierno que tenemos”. 

Para Yuleisi Monroy su voto es “un compromiso con Venezuela”, y espera lograr “que cambie”. Una opinión similar tiene Gabriel Ampias, un estudiante de Contaduría Pública de 22 años. 

“Yo siempre he creído que a pesar de que el sistema político no es mi preferido, tengo que participar, porque sino estoy perdiendo cualquier capacidad de cambio que podría tener, voy a votar porque las elecciones presidenciales son importantes, sí o sí, pase lo que pase, creas lo que creas, es importante que yo pueda avalar por quién vote”, expresa. 

Agrega que participar el día de las elecciones es lo correcto: “Si esperas vivir en una democracia, tienes que ejercer como demócrata, sino estás esperando vivir en otro sistema que elija por ti, si eso es lo que quieres está bien, pero yo sí quiero vivir una democracia”. 

Para Ana Silva, médica de 29 años y actualmente cursando la especialidad de obstetricia y ginecología, su voto representa: “La libertad y un cambio, un mejor sueldo, un mejor futuro, no tengo hijos pero sí los quiero tener en un futuro, quiero poder ofrecerles lo que yo hoy en día como joven no pude vivir”.  

En el caso de Damayker Yelamo, comerciante de 24 años, representa sus aspiraciones de regresar al estudio y conseguir una carrera universitaria, cuestión que no ha hecho porque “está difícil la cuestión”. 

“Voy a votar por tantas cosas. Me han comentado que puede haber un cambio, la cosa está bastante difícil para conseguir trabajo, para comprar cosas para la casa, el voto es un derecho que todo el mundo tiene”, señala. 

Por otra parte, Consultores 21 destaca que la participación es un poco más baja entre personas entre 18 y 30 años que en los más adultos, pero lo atribuyen a que hay menos jóvenes en el país.

Ricardo Ríos, politólogo y presidente de la encuestadora Poder y Estrategia, explica que: “El grupo de menores de 30 años es el más desmovilizado políticamente, pasan dos cosas: uno, que es uno de los segmentos más afectados por la diáspora, y lo segundo es que ha sido excluido proporcionalmente del registro electoral”. 

Recuerda que la apertura del registro fue de corta duración: “Tuvo poco impacto en ese segmento etario y eso influye en los muchachos”. 

En las mediciones hechas por la encuestadora, alrededor de 55% expresa que está decidido a votar, en comparación al 75% de los ciudadanos registrados que dice que definitivamente va a votar. A medida que se acerca la elección, estos números han ido en aumento. 

Estas encuestas, explica Ríos, se hicieron en base a una aproximación del RE de 17 millones y medio de votantes: “Es importante hacer esta aclaratoria metodológica porque hay quienes utilizan la totalidad del Registro Electoral de 21 millones de personas, pero eso es una proyección”, asumiendo la merma por la diáspora, que actualmente se calcula en poco más de 7,7 millones de venezolanos.