A cuatro décadas de haber iniciado su camino en los medios, el destacado periodista Benito Fleitas Guirland, repasa su historia con regocijo y compromiso en el programa online de Bruno Masi.

Originario de San Ignacio Guazú, departamento de Misiones, llegó con la ilusión intacta y una vocación clara que desarrolló desde temprana edad: Comunicar con responsabilidad y profundidad.

Conductor de radio y televisión es parte de una generación que vivió la transformación del periodismo desde sus formas más tradicionales hasta el vértigo de lo digital. Hoy, desde su experiencia, plantea una reflexión necesaria sobre el rumbo que tomó el oficio.

A su criterio, el crecimiento de las redes sociales y la aceleración de los tiempos informativos llevaron a una pérdida de contenido en el ejercicio del periodismo. Si bien reconoce que la tecnología trajo herramientas valiosas, advierte sobre el riesgo de confundir inmediatez con profundidad.

“Yo siempre digo que bajamos el nivel de contenido y ahora todo es redes sociales que es más rápido, pero hay menos contenido me parece a mí, menos cultura periodística”, señaló.

En un contexto donde la espectacularización y la polarización marcan la agenda mediática, Benito insistió en que la función del periodista es la de formar, informar y contribuir al desarrollo. Asimismo, destacó el rol del comunicador como transmisor de cultura y de hechos documentados, no como simple repetidor de tendencias.

“La verdad está en los libros”

“No hay sustituto para el libro. Es cierto, las redes te pueden aportar toda la información ahí, pero la verdad está en los libros y hay que transmitir”.

En sus clases y charlas con estudiantes de comunicación, recalcó que el dato sin contexto no educa, y que el buen periodismo requiere lectura, ética y criterio propio. En ese marco, citó al escritor Mario Vargas Llosa y su libro “La civilización del espectáculo”, como una advertencia vigente sobre su relación con el consumo masivo.

A 40 años de su primer paso frente a un micrófono, Benito Fleitas no reniega del cambio, pero insiste en que el verdadero desafío del periodismo contemporáneo no está en la tecnología, sino en el contenido que se decide entregar a la audiencia. Y en esa elección, asegura, el comunicador tiene una responsabilidad crucial.