“Súper Max” habló sobre las limitaciones que tiene a razón de su multimillonario contrato con la escudería taurina.
Max Verstappen se encuentra en Suiza disfrutando de sus vacaciones, sin embargo, el piloto no puede esquiar en las montañas nevadas del mencionado país a causa de que su vínculo contractual con su equipo le impide realizar ciertas actividades que pueden ser riesgosas para su salud.
“Hace cinco años que no esquío por el riesgo de romper o torcer algo con todas sus consecuencias”, aseguró el tricampeón mundial al medio de los Países Bajos, Formule1. Especificó que la cláusula con la escudería austriaca le impide practicar tanto esquí como cualquier otro deporte de riesgo.
Verstappen ya había hablado respecto a estas prohibiciones cuando el asesor de Res Bull, Helmut Marko le había negado salir a la pista en uno de los monoplazas históricos de la escudería taurina durante el evento realizado por la misma en Nurburgring el pasado septiembre, cuando Sebastian Vettel recorrió el circuito alemán con uno de los autos con los cuales obtuvo el tetracampeonato del mundo.
En aquella ocasión, el neerlandés había expresado: “Quería hacerlo, pero Helmut no me lo permitió. Sabía que intentaría llegar al límite. Me hubiera encantado hacerlo”. Además agregó sobre aquella ocasión: “No quería empezar con problemas innecesarios. Escuché que esto iba a suceder y Helmut estaba sentado a la mesa cuando surgió y dijo: ‘¡No, no, no, no vas a hacer eso!’”.
Verstappen firmó la renovación de contrato con Red Bull en 2022, cuando defendió su primer título. Había extendido el vínculo hasta 2028 y con el mismo cobra un salario anual de 50 millones de dólares (sin incluir premios), siendo este el vínculo más largo y mejor pagado en toda la historia de la Fórmula 1.