La Agencia Nacional de Evaluación y Acreditación de la Educación Superior (ANEAES) advierte que estudiar una carrera que no cuenta con acreditación oficial compromete el futuro académico y laboral de los estudiantes, ya que sin este reconocimiento no existe garantía de calidad educativa ni respaldo para el ejercicio profesional, lo que repercute en la validez nacional e internacional del título y en las oportunidades laborales.
La Ley N° 2072/2003, establece que carreras como Medicina, Derecho, Odontología, Arquitectura, Ingeniería e Ingeniería Agronómica, además de aquellas que puedan implicar riesgos a la salud o al patrimonio, deben someterse de manera obligatoria a los procesos de evaluación.
En Medicina, la falta de acreditación impide rendir el examen de la Comisión Nacional de Residencias Médicas (CONAREM), lo que deja sin acceso a la formación especializada. En Derecho, la ausencia de aval afecta la participación en concursos y licitaciones, lo que debilita el reconocimiento del título a nivel internacional.
La normativa también afecta a los bioquímicos: La Ley N° 5986 exige que el programa cuente con acreditación para obtener el registro profesional del Ministerio de Salud. De igual manera, muchas becas, intercambios y posgrados exigen un título de grado acreditado como requisito indispensable.
Las consecuencias también alcanzan a las universidades, que pueden recibir sanciones, enfrentar intervenciones o incluso ver clausurados sus programas si no cumplen con los estándares mínimos de calidad.
La ANEAES insta a los estudiantes a informarse antes de elegir una carrera y verificar que el programa al que desean ingresar participe de los procesos de evaluación, ya que optar por una carrera acreditada significa invertir en un futuro con mayores garantías y posibilidades de desarrollo profesional.