El presidente argentino, Javier Milei, se refirió a la intervención de la red social X en Brasil al indicar que «quién sino un tirano, que está equivocado en todo, puede avalar semejante acto de opresión».
Milei criticó la Justicia de Brasil «adicta al poder petista», por el Partido de los Trabajadores (PT), al que pertenece el presidente Luiz Inácio Lula da Silva, que suspendió X en Brasil desde el 31 de agosto, y fue celebrado con alaridos por parte del público.
La suspensión de la red social del magnate Elon Musk fue ordenada primero en forma cautelar por el juez Alexandre de Moraes, a quien el propio Musk insulta y descalifica desde hace meses en X, y ratificada el pasado lunes por los cinco miembros de la primera sala de la Corte Suprema.
La decisión se debió a reiterados desacatos a decisiones del Supremo que exigieron retirar decenas de perfiles en el marco de un proceso sobre una masiva difusión de noticias falsas y ataques a la democracia y sus instituciones.
Milei destacó que X es «la arena pública, donde los ciudadanos brasileños y del mundo pueden expresar su voz y expresar su disidencia», por lo que señaló que «quieren prohibir el espacio donde los ciudadanos intercambian libremente sus ideas».
Entre tanto, el Gobierno brasileño comenzó a abrir perfiles en la red social Bluesky. Este 5 de septiembre, se sumó el Ministerio de Relaciones Exteriores, que anunció la apertura de su «perfil oficial en la red social Bluesky: @itamaratygovbr.bsky.social».
Antes lo había hecho el propio presidente Luiz Inácio Lula da Silva, quien se estrenó en la red de la mariposa el pasado fin de semana.
Como la Cancillería, la mayoría de los ministerios y organismos del Gobierno abrieron cuentas en Bluesky, al igual que han hecho la propia Corte Suprema y un gran número de políticos de los más variados partidos y tendencias.
En la última semana, Bluesky ha informado el haber recibido unos 2,5 millones de nuevos usuarios en Brasil, con lo cual acumula ahora más de 5 millones, frente a los 20 millones que tiene X en el país.
Hasta ahora, solo parece resistirse la ultraderecha liderada por el expresidente Jair Bolsonaro, que aún no aparece en Bluesky y ha convocado para este 7 de septiembre a un acto en la ciudad de São Paulo en rechazo a la suspensión de X, que considera un acto de «censura» y una «violación» a la libertad de expresión.