El ministro de Justicia, Rodrigo Nicora, afirmó que el Gobierno impulsa un profundo cambio en el sistema penitenciario con traslados masivos, nuevas clasificaciones y un modelo de gestión renovado. Aseguró que las denuncias recientes están prácticamente cerradas y que existe un trabajo “muy sano” con la Corte Suprema.
El ministro de Justicia, Rodrigo Nicora, sostuvo que el Sistema Penitenciario Nacional atraviesa una transformación estructural basada en un nuevo modelo de gestión y operativos de gran escala. Recordó que el operativo Umbral 1.0 permitió el traslado de 560 personas condenadas desde la Penitenciaría de Ciudad del Este hasta el nuevo Centro Penitenciario de Minga Guazú.
En una segunda fase del operativo, también fueron movilizados 270 privados de libertad provenientes de distintos centros. Explicó que estos movimientos responden a la necesidad de clasificar adecuadamente a los internos, separando procesados de condenados y subdividiendo a estos últimos para mejorar los programas de reinserción y fortalecer la seguridad.
Nicora destacó que el nuevo penal de Minga Guazú ya cuenta con infraestructura y equipamiento listos para albergar a más de 800 internos, lo que permitirá descomprimir otros establecimientos.
Sobre las denuncias relacionadas al “zacato”, indicó que están en proceso de cierre y que hubo conversaciones con ministros de la Corte y jueces para unificar criterios. Aseguró que la relación con la Corte Suprema es “muy positiva” y se refleja en avances como la aplicación de tobilleras electrónicas, el uso de prisión domiciliaria y la agilización de trámites judiciales.

