María Rebeca Jara de 36 años, falleció anoche en el Hospital Ingavi del IPS tras una prolongada agonía. La mujer, que deja cinco hijos huérfanos, fue sometida a siete cirugías después de una operación inicial por piedras en la vesícula que se complicó debido a una presunta mala praxis.

Su esposo relató que su pareja acudió en mayo pasado al centro asistencial debido a vómitos, dolores abdominales y otros síntomas. No obstante, señaló que la cita para la cirugía fue programada para noviembre.

“La última fecha que le dieron fue el 13 de noviembre, pero ella no aguantó el dolor y, a través de un contacto, pude adelantar la operación para mayo”, expresó Sosa, señalando que Rebeca fue operada con láser el 28 de mayo, un procedimiento al que la familia se opuso por la complejidad y el peligro.

“En ese ínterin, le habrían perforado su hígado usando el láser”, lamentó.

Como consecuencia, la paciente presentó una infección y fue sometida a otras seis cirugías en dos meses. Incluso, pasó a terapia intensiva, donde estuvo intubada por 24 días. La última operación fue el viernes 12 de julio, antes de su fallecimiento.

Don Enicdonio mencionó que su fallecida esposa dejó cinco hijos huérfanos: adolescentes gemelos de 16 años, una niña de 12, un niño de 10 y una niña de 6.

El Dr. Hugo Molina, jefe del servicio de cirugías del IPS Ingavi, reconoció que María Rebeca sufrió una perforación del estómago durante una intervención quirúrgica. “Efectivamente, hubo una complicación del acto quirúrgico. En esa separación de las estructuras, hubo una perforación del estómago debido a la extrema inflamación que tenía la vesícula”, explicó el profesional.

El Dr. Molina explicó que el cuadro era agudo y que, cuando la pared de la vesícula está infectada, se inflama e infecta, y el organismo intenta bloquear la vesícula mediante la inflamación. “Esto es lo que pasó con esta paciente”, apuntó.

El Dr. José Medina y la Dra. María José Rubiani, una residente que lleva tres años en el IPS Ingavi, fueron los profesionales que operaron a María Rebeca, afirmó Enicdonio Trinidad Sosa.