Luego de la derrota ante Fluminense en la final de la Copa Libertadores, el entrenador presentó su renuncia.

Esta es una de esas notas que puede ser considerada la “crónica de una muerte anunciada”. Es que el rendimiento del Boca de Jorge Almirón fuera del la Libertadores no dejaba satisfecho ni al más conformista de los hinchas Xeneizes.

“El Negro” había tomado las riendas del club de la rivera el 10 de abril de este año y desde entonces hasta este sábado, había dirigido en 43 encuentros oficiales al primer equipo.

Un porcentaje de efectividad del 49,61%, cosechando 17 victorias, 13 empates y 13 derrotas; daban por sentado que si el resultado en tierras cariocas no favorable, si salida era un hecho.

Aunque si bien en la llegada del plantel a Buenos Aires este domingo se lo había visto aparentemente seguro y sin indicios de una probable dimisión, el panorama cambió drasticamente con el pasar de las horas y luego de las 21:00 hs, el entrenador presentó su renuncia ante el Consejo se Fútbol de la institución, encabezado por Juan Román Riquelme.

“Ya está, no da para más”, habría declarado el adiestrador en la reunión que mantuvo con la dirigencia azul y oro.

Almirón se marchó de Boca Juniors siendo el primer entrenador desde el tercer ciclo de Carlos Bianchi (febrero de 2013 a agosto de 2014) en irse del club sin levantar un solo título. Además, en el último semestre solamente supo obtener victorias en 3 ocasiones y perdió ambos clásicos del año ante River Plate.

Ahora Boca deberá encontrar un entrenador lo antes posible que logre reencausar el juego del plantel y obtenga, por lo menos, la Copa Argentina; torneo del cual el Xeneize es semifinalista y es la última esperanza que tiene de clasificar a la próxima Copa Libertadores. Ganando el mismo, se estaría clasificando nuevamente al certamen de clubes que asegura la “Gloria Eterna”.