La tarde de aquel viernes, el 10 de julio, arribaba a nuestro país el Santo Padre en su primera y única visita como Papa. Este evento duró tres días donde lleno de emoción y espiritualidad a muchos paraguayos.

Semanas antes de su arribo, en diversos puntos de Paraguay se llevaron a cabo bacheos, embellecimientos y arreglos. Tal como un buen anfitrión prepara su hogar para recibir una visita importante, el país se alistó para dar la bienvenida al papa Francisco.

Era el año 2015, y la población paraguaya, en su mayoría católica, aguardaba con mucha emoción la llegada de Jorge Mario Bergoglio.

El expresidente, Horacio Cartes, fue quien lo recibió en el aeropuerto, extendiéndole una invitación para disfrutar de la presentación de números artísticos.

La llegada del Papa no solo fue un acontecimiento religioso, sino también un momento de renovación y esperanza para Paraguay. Las calles se llenaron de fieles, ansiosos por ver al líder de la Iglesia Católica y recibir su bendición. La visita se convirtió en un símbolo de fe y unidad, dejando una huella profunda en el corazón de todos los presentes.