En una operación conjunta, la Policía brasileña con apoyo de la Fuerza Aérea logró obligar a aterrizar a una avioneta proveniente de Paraguay que ingresó al territorio sin autorización. Tras una persecución que incluyó disparos intimidatorios desde un helicóptero artillado, la aeronave fue forzada a descender en el estado de Mato Grosso do Sul. Al inspeccionarla, se encontró una carga de 565 kg de cocaína de alta pureza, y el piloto fue detenido.

El piloto de la avioneta inicialmente intentó ignorar las órdenes de descenso, lo que llevó al helicóptero policial a realizar disparos intimidatorios para exigir su cooperación. Finalmente, la aeronave fue obligada a aterrizar, y al inspeccionarla se descubrió una carga de 565 kg de cocaína de alta pureza.

Según los informes iniciales de los medios de comunicación brasileños, se cree que la narcoavioneta despegó del departamento de Canindeyú, una zona que recientemente fue señalada como un área de operaciones de grupos de narcotraficantes.

El ministro de la Secretaría Nacional Antidrogas, Jalil Rachid, confirmó que la policía brasileña informó del operativo y se activó el protocolo de colaboración entre Paraguay y Brasil para combatir el crimen organizado. Rachid destacó la necesidad de mejorar la logística e infraestructura en Paraguay para luchar de manera efectiva contra el crimen organizado, reflejando así el despliegue de recursos realizado por Brasil en esta operación.

Sobre la posibilidad de derribar narcoavionetas en el espacio aéreo nacional, Rachid mencionó que esta es una cuestión que debe ser debatida ampliamente en el Parlamento. Recordó que un proyecto de ley con este propósito había sido abortado anteriormente en el Congreso, y señaló que la embajada de Estados Unidos ejerció presión para que no se apruebe dicha ley.