La muerte durante un operativo del segundo líder de una de estas organizaciones provocó una brutal represalia en la ciudad carioca.
Río de Janeiro vivió una jornada de caos marcada por la violencia, que afectó algo tan sensible como el sistema de transporte. Un grupo parapolicial irrumpió con violencia y prendió fuego a 35 unidades de colectivos. El motivo: una represalia por la muerte de uno de sus líderes.
Periódicamente, la “Cidade maravilhosa” sufre este tipo de graves enfrentamientos en sus calles, aunque este hecho cobró mayor trascendencia por el nivel de violencia.
El asesinato de “Faustao” hizo estallar la violencia
Estaba considerado como en número 2 en una de las organizaciones parapoliciales más activas de Río. Surgieron ante la incapacidad de la policía para combatir a los narcotraficantes y llevan a los comerciantes la “seguridad ” que la ley no les daba. Sin embargo, con el paso del tiempo, estos grupos cambiaron de rubro. En la medida que crecía su poder de acción y de fuego, reemplazaron a los narcos o se asociaron con ellos en el negocio de la droga en la ciudad.
La policía carioca tiene dos problemas ahora: los narcos y los grupos parapoliciales que se dedican también al negocio de la droga al que se propusieron combatir en un principio.
En ese marco, la policía mató en una operación especial este lunes a Matheus da Silva Rezende alias “Faustão“, sobrino y mano derecha del líder del grupo parapolicial.
De inmediato surgió la respuesta, con el ataque e incendio de 35 unidades del transporte público en plena ciudad.
Violencia en Río de Janeiro
El récord de 35 autobuses quemados en solo un día en Río de Janeiro afecto a los pasajeros en varios barrios de la ciudad. Se estima que los daños superan los 35 millones de reales (casi 7 millones de dólares).
Este lunes, unos milicianos de la Zona Oeste atacaron la ciudad en represalia por la muerte “Faustao“, sobrino del líder del grupo, “Zinho”.El 70% de las personas que viajan en Río de Janeiro utilizan el transporte público en autobús. Estas unidades incendiadas implican una merma considerable en la cantidad de vehículos para cubrir esa área de la ciudad.
La acción posterior de la policía permitió detener al menos 12 sospechosos de los ataques a los colectivos. El oficial Cláudio Castro calificó a los autores de los ataques al transporte como “terroristas” y dijo que perseguirá a tres jefes criminales. Se trata de “Zinho”, “Tandera” y “Abelha”
“No descansaremos hasta arrestarlos”, dijo el jefe policial. La violencia entre los narcos y los parapoliciales desde hace años es el principal problema de la seguridad para la ciudad de Río de Janeiro. Hubo un acuerdo entre el gobierno y esta bandas para el mundial de fútbol (2104) y los juegos Olímpicos (2016), pero luego la “normalidad de estos enfrentamientos” volvió a repetirse con periodicidad en la ciudad.
Texto extraído de A24.com/Por Roberto Adrián Maidana