Un día como hoy ,5 de julio del año 2014, el suboficial de policía Edelio Morínigo era secuestrado por integrantes del grupo armado autodenominado Ejército del Pueblo Paraguayo EPP. A partir de allí solo en una ocasión se tuvo una prueba de vida durante el secuestro del Joven Arlan Fick y luego nadie volvió a tener noticias de él.

Mientras tanto sus familiares ni encuentran consuelo y no se resignan pese a haber desaparecido hace 10 años. Edelio Morínigo junto con otras siete personas llegaron a las 12:30 a la estancia conocida como Macchi Cue, departamento de Concepción.

Tres de ellos se quedaron en el casco central de la estancia: Ramon Froilán Mendoza, Trinidad y Franco, mientras que los custro restantes fueron al monte para cazar. Edelio iba vestido con un pantalón y una camisa de color Kaki tal como se lo ve en el video de la prueba de vida enviada por el EPP, también llevaba consigo su credencial, su billetera y arma reglamentaria por la cintura.

El grupo de cuatro personas caminaron por aproximadamente 1 hora y media pasando una picada y al llegar a una curva luego de pasar un esteral salieron los integrantes del EPP vestidos con uniforme militar y portando armas automáticas. Eran siete aproximadamente, en ese momento, Edelio al percatarse que se trataba del grupo armado lo primero que se le ocurrió fue tirar su arma, placa y billetera para que no se den cuenta que era un efectivo policial y piensen que iba a capturarlos.

Tres delincuentes quedaron con el grupo mientras los otros ingresaron al monte nuevamente, uno de ellos seria Osvaldo Villalba, les ordeno para que todos se coloquen boca abajo, los separo e interrogó uno a uno. Les sacaron su teléfono celular y sus armas y se identificaron como miembros del Ejército del Pueblo Paraguayo, se les pregunto por qué estaban en el lugar, si eran abigeos

El EPP retuvo a los cuatro hombres desde las 14 hasta las 18 horas, en ese lapso le tomaron fotos a cada uno, de frente y costado y antes de ser liberarlos les juntó a todos y les dijo: “Somos del grupo guerrillero”, luego dijeron que entre ellos estaba un policía, que se nota por su pinta y rostro. Allí inmediatamente pensaron que era un infiltrado, le apartaron a Edelio en cuatro ocasiones, luego observaron que en su cintura estaba el estuche de su arma y le preguntaron dónde estaba su arma, a lo que él respondió que se cayó, luego ordenaron a Edelio que vaya a buscar acompañado de dos custodios del EPP.

Al encontrar la pistola Edelio no tuvo más opción que confesar que era policía, en ese mismo momento los delincuentes le comunicaron que se quedaba con ellos, los acompañantes de Edelio pidieron quedarse con ellos ya que no soltarían a Edelio.

La respuesta fue no, Edelio resignando pidió que busquen su billetera porque allí había 200 mil guaraníes, pidió que el dinero le entregue a su esposa Elisa. Los demás pidieron al EPP que suelten a Edelio, ellos respondieron: “No se preocupen, le vamos a liberar a su socio”.

Luego los integrantes del EPP entregaron sus armas al resto de los acompañantes de Edelio y dijeron: “La vida de su amigo está en sus manos, no cuenten de esto a los militares ni policías”.

Edelio ya en poder del EPP miro a sus compañeros de caza y esta fueron sus últimas palabras: “Ani Peho pe mboreati porque pende pope aime hina socio”. Según datos de inteligencia, el EPP mantuvo a Edlio Morinigo a metros del lugar del secuestro dentro de la estancia Macci Cue. Pasado este tiempo migraron solo 300 metros donde se unió al grupo de secuestro de Arlan Fick, allí permanecieron otros tres meses. 

Edelio y Arlan en ese sitio escuchan a menudo la incursión de los militares y policías y hasta su conversación además de los helicópteros que les daba esperanza a los dos cautivos de que podrían ser liberados. Posteriormente, el grupo con los secuestrados pasaron a la estancia colindante llamada guaraní Azotey, quedándose a orillas del rio Ypane.

En momentos mientras caminaban para cambiar el sitio vendaban los ojos a ambos secuestrados. El EPP siempre se mantiene en su área de influencia que no supera los 100 metros a la redonda.

Hasta hoy día, todo el Paraguay clama justicia y su libertad, pero el grupo paramilitar no da ninguna señal.