La justicia de Rusia comenzó a tomar declaración a los detenidos que se atribuyeron el atentado en la sala de conciertos Crocus City Hall. Pero el aspecto físico personal de cómo fueron presentados ante el tribunal despertó la sospecha clara de malos tratos y torturas.
Dalerdzhon Mirzoyev, de 32 años; Saidakrami Rachabalizoda, de 30; Shamsidin Fariduni, de 25; y Mukhammadsobir Faizov, de 19, están acusados del atentado terrorista que produjo más de 130 muertes. Ese delito se castiga con la pena perpetua. Pero al comparecer por primera vez ante la justicia, sus rostros y aspecto general era el de personas que sufrieron una tortura reiterada desde que fueron detenidos.
Ante el juez pero con signos de tortura
Originarios de Tayikistán, ya habían resultado inquietantes las imágenes conocidas de los momentos en que fueron atrapados. Se pudo ver como, a pesar de estar reducidos y no representar ningún peligro, los agentes los golpearon. Pero días más tarde, cuando este lunes aparecieron en la sede judicial su apariencia fue mucho peor. Estaban como si hubiesen recibido un castigo físico implacable.
Uno de ellos, Saidakrami Murodali Rachabalizoda llegó lleno de moratones y totalmente vendada su cara en el sector derecho, es que le mutilaron una oreja. Por su parte, Mirzoyev y Fariduni tenían sus caras deformadas como si los hubiesen sometido a un castigo brutal.
En cuanto a Muhammadsobir Fayzov (19 años) parecía inconsciente u obnubilado. Fue herido cuando lo detuvieron y por lo tanto, llevado a un hospital. Pero nada impidió que esta mañana estuviera acompañando a los otros tres detenidos en su primera comparescencia ante el juez.
Fayzov siempre mostró un estado preocupante, más allá de su condición hospitalaria que fue quebrantada para ser llevado al tribunal. Llegó en silla de ruedas y así permaneció en toda la audiencia: sentado con los ojos cerrados, como si no pudiera comprender en dónde se encontraba. Incluso, era revisado periódicamente por los médicos que lo acompañaron.
¿Tortura explícita?
Una de las imágenes que se conocieron afectaron directamente a Shamsidin Fariduni. Parecía estar echando espuma por la boca al tiempo en que estaba tirado en el suelo de un gimnasio con los pantalones bajados y cables conectados a la zona inguinal. El otro extremo, parecía estar conectado a una batería, por lo que muchos medios y redes sociales denunciaron que se lo había sometido a una tortura en su zona genital.
Cuando se le preguntó sobre la supuesta tortura, el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, se negó a hacer comentarios al respecto en la conferencia con los periodistas de este lunes ante las imágenes de los detenidos.
La justicia comunicó que seguirán en prisión hasta el próximo 22 de mayo. Para ese momento, ya debe estar totalmente encuadrada la acusación contra estos detenidos. Lo que preocupa es saber en qué estado llegarán a esa fecha.