El estudio en mujeres lactantes da herramientas a la ciencia para la detección precoz de este tipo de tumores y su efectivo tratamiento desde una etapa inicial.
Es una avance muy celebrado en la comunidad científica. El trabajo encabezado por tres investigadoras españolas se presenta como un paso más en la lucha contra uno de los tumores que más afectan a las mujeres (aunque también puede presentarse en los hombres) como es el cáncer de mama.
Esto se logró gracias al desarrollo del estudio de una etapa clave en la vida: la lactancia materna. Investigaron las características de la composición de la leche materna para hallar en ella elementos que pueden ayudar a la detección precoz de esa enfermedad.
Un gran avance gracias al aporte propio
La doctora Cristina Saura es una de las responsables del trabajo, junto a sus colegas Ana Vivancos y Carolina Ortiz. Saura es oncóloga y una paciente suya le hizo un aporte fundamental. Le llevó leche materna preservada en frío que se extrajo 18 meses antes de que se le detectara un tumor.
Durante el curso del embarazo de su tercer hijo, le detectaron un tumor de mamas. La mujer ya se había quejado de dolores durante la lactancia de su segundo hijo, una nena. Las investigadoras saben que los tumores no pueden transferirse por medio de la leche materna, pero tuvieron una intuición que transformaron en un trabajo científico de gran envergadura: tal vez, en esa muestra de leche criopreservada ya había señales de lo que estaba ocurriendo con esa mujer en su tercer embarazo.
Señales precursoras de un tumor
El rigor del método científico las llevó a un hallazgo que ahora se presenta al mundo. En esa muestra, tomada 18 meses antes del primer diagnóstico tumoral, ya había en el ADN anomalías compatibles con el desarrollo temprano de un cáncer de mama.
Las tres trabajan en el Vall d’Hebron Institut d’Oncología (VHIO) de Barcelona y pudieron verificar la presencia de esa matriz para tumoral.
En el trabajo presentado en la publicación científica propone que mediante el análisis de la leche materna se puede hacer una detección precoz de esos casos. Por lo tanto, proponen un novedoso curso de acción orientado a la prevención.
Estudio de la leche materna
En concreto no se trata de otra cosa que hacer una biopsia de ese fluido. Como la genética está muy avanzada en este campo de hacer “mapeos en las cadenas de ADN”, se puede comparar la estructura de la “leche materna sana” con otras que puedan presentar las alteraciones del caso que llegó a manos de la Doctora Saura.
Se trata de una novedosa “biopsia líquida” que da un nuevo umbral a la lucha contra el cáncer. Se basa en buscar por medio de los fluidos del organismo – no solo la leche en mujeres que amamantan – señales o huellas de un tumor antes de que sea detectado en exámenes de rutina.
El lugar más apropiado parece ser la sangre. Allí se verifica la presencia de células cancerosas que se “meten” en el torrente sanguíneo.
Los beneficios de la “biopsia líquida” son varios. Como se trata de un análisis de sangre, es menos invasiva para el paciente que otras técnicas. Pero lo más importante de este aporte de las científicas españolas es que así se puede detectar la presencia de tumores aún invisibles a los estudios y controles conocidos.
Se puede aplicar en:
-Sangre para cáncer de colon o mama.
-Orina para neoplasias en la vejiga.
-Saliva para cáncer oral.
-Incluso con el líquido cefalorraquídeo para posibles tumores cerebrales.
-La leche materna en el diagnóstico precoz, por ejemplo, en tumores en el posparto.
La Dra. Saura asegura que esto representa una nueva herramienta para la detección precoz, en el cáncer de mama. “En mujeres menores de 45 años, el 55% de los tumores de mama diagnosticados se dan durante el embarazo o el posparto”.
Un diagnóstico precoz salva vidas
El trabajo comprobó que la leche materna de pacientes con cáncer de mama tiene suficiente ADN tumoral para ser detectado en la “biopsia líquida”, mucho antes que otros sistemas o métodos de diagnóstico. En la lucha contra el cáncer, el tiempo que se gana son mayores oportunidades de vida.
En concreto, con este nuevo método se puede adelantar la detección en seis meses sobre lo conocido y aplicado hasta ahora. De todas maneras, las científicas advierten que es solo un primer paso, aunque dado con firmeza.
Texto extraído de a24.com